Un programa ambientalista instaló la primera boya inteligente de Chile con el objetivo de cuidar a las ballenas y monitorear el océano.
Se trata del proyecto The Blue Boat Initiative, que instaló el dispositivo en el Golfo de Corcovado.
De la instalación y puesta en marcha participó la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC).
Junto al plantel hispano también participan del programa el Ministerio de Medio Ambiente y la Fundación chilena MERI, que desarrolla investigación científica y educación ambiental, dijo la UPC.
Los datos obtenidos pretenden conservar y proteger a las ballenas y monitorizar los océanos, estudiando y valorizando los servicios ecosistémicos marinos, en particular los asociados al rol de las ballenas en la captura del CO2, necesarios para enfrentar el cambio climático, indicaron desde la fundación.
De acuerdo a la UPC, por término medio, por ejemplo, cada ballena azul captura 33 toneladas de carbono a lo largo de su vida.
Con ese “servicio ecosistémico marino” se reduce la presencia en la atmósfera de uno de los principales gases causantes del cambio climático.
Otras funciones de la boya inteligente para proteger ballenas
Pese a que las ballenas son clave para enfrentar la crisis climática, “por ser una especie paraguas”, según dijeron desde la universidad, estas viven en constante amenaza por la actividad humana, en particular del tráfico marítimo.
De esta manera, otra de las funciones de la boya es alertar a las embarcaciones ante la presencia de ballenas y evitar colisiones, añadió la UPC, que ha desarrollado tecnología de vanguardia desde el Laboratorio de Aplicaciones Bioacústicas (LAB) para aplicarla en el proyecto.
La boya se ha instalado en el marco del , en el que las tres instituciones han trabajado más de dos años para avanzar en soluciones concretas para la conservación de los océanos.
The Blue Boat Initiative es un complejo sistema que alerta de manera temprana a las embarcaciones de la presencia de ballenas.
Con una red de boyas inteligentes, un sistema de monitoreo acústico pasivo y oceanográfico, este se suma a protocolos previamente establecidos que protegen a las ballenas en rutas de tráfico marítimo.