Miércoles 30 marzo de 2022 | Publicado a las 18:09
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Zachary Ward, exejecutivo de Manuka formalizado por una matanza de terneros ocurrida en Puerto Octay, aún no es extraditado por la justicia de Nueva Zelanda, esto pese a que dicha petición se concretó hace casi tres años.
A casi 3 años de la solicitud de extradición a Nueva Zelanda sobre el exejecutivo de Manuka, Zachary Ward, formalizado en ausencia por maltrato animal en carácter de reiterado, dicho país aún no concreta el proceso.
Si bien la Fiscalía chilena ha insistido en que cumpla penas de cárcel por el caso, desde organizaciones en defensa de los animales apuntan a un cambio en los sistemas que utilizan industrias lecheras.
Parte de un archivo audiovisual del 2013, que fue grabado por un extrabajador de Manuka, muestra al entonces gerente de la empresa de capitales Neo Zelandeses, Zachary Reuben Ward, exigiendo acabar con los terneros en la hacienda Coihueco.
“En esta situación yo te pido más, te pido más muertes, un no, no es aceptable. Yo te pido más, más muertes…ahora”, dice en la grabación.
Según el relato del testigo, Ward excusaba la muerte de los animales bajo un mecanismo artesanal, ya que la inyección letal era muy costosa en comparación a golpearlos con martillos y usar aceite quemado, el que aseguraba llegaba directo a los corazones de los animales.
El caso, que infringía todos los protocolos existentes en nuestro país, llegó a la justicia tiempo después, lapso en que el imputado aprovechó para huir de Chile, recibiendo un finiquito de 60 millones de pesos e iniciando una nueva vida con residencia en Te Aroha, Nueva Zelanda, donde obtuvo un trabajo que -más tarde se descubrió- compartiría con labores en dicho país y Estados Unidos.
Tras un proceso judicial extenso, en que el Ministerio Público debió acreditar duramente los hechos para formalizarlo en ausencia y obtener su extradición, logró el requerimiento, el que fue oficializado por la Corte de Apelaciones de Valdivia el 23 de julio del 2019, instancia en que lo derivó al Ministerio de Relaciones Exteriores.
Desde entonces y en contexto de pandemia se efectuaron diligencias diplomáticas, donde testigos y la Fiscalía Chilena debieron comparecer ante la justicia neozelandesa, atestiguando sobre la matanza de entre 600 y más de 1.500 terneros machos en época de pariciones durante los años 2012 y 2013 al interior del predio de la Hacienda Coihueco (ex Rupanco), en la comuna de Puerto Octay.
Sobre el estado de la causa aparece aún “en tramitación” en el tribunal de origen, en Río Negro, y sobre su avance entregó detalles el fiscal a cargo, Daniel Alvarado.
Cabe consignar que incluso en las comunicaciones entre ambos países, Juliette Irwin, asistente del Team Criminal, de la justicia Nueva Zelanda, reconoció que el proceso de extradición puede llevar mucho tiempo, por lo que recomendó comunicaciones con Estados Unidos para agilizar el proceso.
Radio Bío Bío consultó sobre el proceso a la Fundación APLA (Abogados Por Los Animales), donde la abogada Mónica Madariaga, lamentó la extensión del proceso.
A su vez, expresó su rechazo frente al caso de crueldad animal masivo y expresó una postura en contra respecto al método que usan algunas empresas lecheras.
Ward enfrenta en Chile cargos por maltrato animal, previsto y sancionado en el Código Penal, delito que se le imputa en carácter de reiterado.
Si bien, es el caso de crueldad animal más grave que registra la historia de nuestro país -de lograrse la primera extradición de este tipo-, las penas que se piden van de 541 días a 5 años de cárcel, algo que queda en manos de Nueva Zelanda.
