La alcaldesa de París, Anne Hidalgo, denunció el martes un “verdadero escándalo ecológico” tras la revelación de la presencia de desechos en el río Sena.
En concreto, se trata de elementos contaminantes surgidos de una fábrica del grupo cementero franco-suizo Lafarge-Holcim, objeto de una investigación.
“Trabajamos con nuestros asociados desde hace muchos años para mejorar la calidad del río. La Ciudad de París acudirá ante el procurador de la República por hechos graves que atentan contra nuestro medio ambiente”, dijo en Twitter Hidalgo, al compartir una información revelada por Europe 1.
Según esta radio francesa, una fábrica de Lafarge situada en el barrio de Bercy, en el este de la capital francesa, bota al río una mezcla de “partículas de cemento, líquidos de tratamiento y microfibras de plástico”.
Contactada por la AFP, la Fiscalía de París anunció que una investigación ya fue abierta desde que la Oficina Francesa de la Biodiversidad (OFB), la que constató el 27 de agosto una “sospecha de contaminación del Sena por una empresa de trabajos públicos”.
La fiscalía confió inmediatamente a la OFB y a la brigada fluvial una indagación.
En Twitter, Barbara Pompili, ministra francesa de la Transición Ecológica, indicó que inspectores de su ministerio irán al lugar y que los “responsables serán procesados”.
La empresa Lafarge se tildó de “víctima” en un comunicado y afirmó que el flujo se trató de “un accidente excepcional provocado por un acto de mala fe” y no una acción voluntaria de la empresa.
En el mismo escrito añadieron que “el flujo ya cesó” y que se reforzarán los controles de las centrales.
En abril de 2019, el grupo Vinci fue acusado de lanzar residuos de cemento en el Sena desde una de sus filiales, en los suburbios de París, y fue condenado a una multa de 50.000 euros ($45,6 millones).
