Una alimentación balanceada requiere de una amplia gama de productos. Entre ellos se encuentran las semillas y frutos secos, que tienen múltiples propiedades beneficiosas para la salud.
La Dra. Eliana Reyes, nutrióloga e integrante del programa Vive más Sano, de Obesidad y Diabetes de Clínica Universidad de los Andes explica que “las semillas tienen características indiscutibles como vitaminas, fibra y proteínas”.
La chía, por ejemplo, tiene gran contenido de omega 3, favorece la digestión, ayuda a mantener el colesterol adecuado y además aporta energía. La maravilla, en tanto, tiene vitamina B, que ayuda a metabolizar los alimentos.
Por otro lado, la linaza contribuye a reducir el colesterol y tiene un alto nivel de fibra. Esta última función también está presente en el sésamo, que se usa para aperitivos, ensaladas y otras preparaciones.
Los frutos secos no se quedan atrás en sus beneficios. Además son una gran fuente de minerales por su alto aporte de magnesio, calcio, potasio y hierro. Complementariamente, tiene altas propiedades antioxidantes, entregan un gran aporte vitamínico y son ricos en grasas saludables, esenciales para el organismo.
La especialista explica que “al igual que las semillas, tienen un alto aporte en fibra, que además de controlar el apetito, regulan el tránsito intestinal y mejora el control de azúcar en la sangre”.
Las semillas y frutos secos pueden ser parte de distintas preparaciones y a cualquier hora del día. Pueden incluirse en compota de frutas o jugos, en yogurt, en sopas, ensaladas, carnes y pescados, entregando un inigualable sabor.
En ese contexto, la Dra. Reyes sostiene “son muy beneficiosas para la salud y deben considerarse como un complemento a nuestra dieta. Como algunas también son alta en grasas o entregan un alto aporte calórico, deben consumirse moderadamente”, recomienda.