Muchas veces nos sentimos bien y parecemos estar muy saludables ante el resto del mundo, sin embargo, hay pequeños detalles o dolores que dejamos pasar pensando que son normales y nada de qué preocuparse. Pero lo cierto es que a veces pueden ser una señal.
El cuerpo humano es muy inteligente y cuando algo no anda bien suele hacérnoslo notar a través de molestias a las que si no les prestamos atención a tiempo, pueden convertirse en algo mucho peor.
Es por ello que el portal Woman’s Day realizó una lista con algunas de estas señales silenciosas que nos indican que no estamos tan saludables como creíamos… Finalmente una visita preventiva al médico no le hará daño a nadie.
1. Tener canas antes de los 40
Las canas son la señal mundial de que estamos envejeciendo, y a pesar que hoy en día se han convertido en toda una moda entre las mujeres, su presencia antes de los 40 puede ser algo por lo que tengas que preocuparte.
“Si tienes el 50% de tu cabello canoso antes de los 40, probablemente necesitas una revisión por diabetes“, aseguró el Dr. Joan Liebmann-Smith, autor del libro Body Signs (Señales del cuerpo).
2. Manchas
Muchas personas tienen manchas en la piel, algunas de nacimiento otras provocadas por algún tipo de enfermedad a la piel o por el sol, sin embargo, encontrar un lunar que nunca antes habías visto, puede tratarse de un problema mayor.
Sólo por prevención, necesitas consultar a tu médico o a un dermatólogo que descarte que sea algo maligno creciendo en tu cuerpo.
3. Cejas cortas
Perder el pelo desde el borde exterior de las cejas es un signo de una tiroides hipoactiva, es decir, “una afección en la cual la glándula tiroides no produce suficiente hormona tiroidea”, según consigna la Biblioteca Nacional de Medicina de los EE. UU.
Este problema también puede adelgazar el cabello de la cabeza, sin embargo, con el tratamiento adecuado todo puede solucionarse sin problemas.
4. La esclerótica del ojo ya no es tan blanca
La parte blanca de nuestros ojos se llama esclerótica y puede cambiar a un tono rojizo por cansancio, por una noche sin dormir o por haber realizado un esfuerzo muy grande, pero hay que poner atención cuando éstos se vuelven amarillentos.
Según la publicación, esta puede ser una señal del Síndrome de Gilbert, “un trastorno común transmitido de padres a hijos, que afecta la forma en la que el hígado procesa la bilirrubina y provoca que la piel tome un color amarillo (ictericia)”, explica Biblioteca Nacional de Medicina de los EE. UU..
5. Palmas rojas
Si no has tenido las manos durante mucho tiempo en el agua o cerca del hielo, las palmas rojas pueden ser un síntoma temprano de enfermedad hepática, si además de este síntoma comienza sentirse enfermo y cansado, es tiempo de pedir un consejo médico rápidamente para limitar el daño.
Finalmente, el mejor consejo es escuchar lo que tu cuerpo intenta decir y tomar las precauciones necesarias para no sufrir las consecuencias posteriores.