La alimentación vegana es mucho más que una dieta. Es un estilo de vida cuyo fundamento se relaciona con el respeto a los animales y la oposición a cualquier forma de maltrato o explotación que coarte su libertad y derecho de vivir en paz.
Es bajo este concepto que muchas personas han optado por eliminar de su rutina productos de origen animal.
Lee también: Veganismo: Los prejuicios que rodean a la dieta sin carne
A diferencia de la dieta vegetariana -que no incluye ningún tipo de carne animal-, la vegana se caracteriza por además excluir la leche, el huevo y cualquier derivado lácteo, situación que ha levantado dudas en algunas personas que cuestionan su nutrición y calidad de vida del usuario.
Respecto a lo anterior, Nazira Docmac, nutricionista experta en alimentación vegana y vegetariana, derriba algunos de los mitos más comunes sobre el veganismo.
1. Es una dieta pobre en calcio
Normalmente el calcio es asociado al consumo de leche y sus derivados. Sin embargo, esta propiedad está presente en otros alimentos vegetales que aportan la dosis necesaria para una alimentación balanceada.
Nazira explica que alimentos como lentejas, semillas de chía, sésamo, almendras, brócoli, repollitos de brusela, algas marinas, avena; etc, son una rica fuente de calcio y también cuentan con los cofactores necesarios para absolverlo e integrarlo a los huesos.
“Es importante saber que para absorber y fijar calcio en los huesos necesitamos cofactores como: magnesio, boro, vitamina D, A, C, hierro, silicio y varios otros más. Los que están presentes en los alimentos vegetales”, detalla.
“No tiene sentido tomar leche de vaca, si no consumes los cofactores necesarios para su absorción”, agrega.
Con lo anterior, la nutricionista destaca la importancia de exponerse al sol (con cuidado) para activar la vitamina D, además de fomentar la actividad física y dejar de consumir bebidas gaseosas, sal, azúcar, tabac y alcohol. “Todos los anteriores inhiben la acción del calcio”, advierte.
2. Es peligroso ser vegana y estar embarazada
El embarazo es una etapa compleja en donde la mujer debe cuidar con mayor cautela de su salud y alimentación. En esta línea, la experta asegura que una alimentación vegana es totalmente compatible con el proceso de gestación y la vida del niño tras nacer.
Lee también: Madres vegetarianas: Mitos y realidades de criar a un niño sin carne desde el vientre
“Es importante que la dieta sea llevada con responsabilidad, planificación y guiada por un nutricionista para prevenir cualquier déficit”, señala Nazira.
3. Los suplementos que ingieren los veganos son de origen animal
La idea de consumir suplementos vitamínicos provenientes de un animal resulta totalmente paradójico y absurdo dentro de una dieta vegana.
La vitamina B12 es la más compleja de cubrir con una dieta vegana. De esta forma, existe un suplemento que satisface las necesidades nutricionales de quienes optan por esta alimentación, el cual no proviene de los animales. “Estos se crean a partir de síntesis bacteriana en laboratorios”, explica la nutricionista.
Sin embargo, Nazira Docmac aprovecha de señalar que no sólo vegetarianos y veganos necesitan de este nutriente. “Las personas sobre 50 años también deben consumirlo, ya que para absorber la B12, necesitan una buena producción de ácido clorhídrico la que decae a partir de esa edad”, detalla y agrega que cualquier persona que consuma metformina, antiácidos, etc. también debe hacerlo.
4. Los veganos no consumen suficiente proteína
Este es uno de los mitos más comunes que rondan tras una alimentación sin carne. En este contexto, Nazira señala que una alimentación balanceada que incluye legumbres, soya -y derivados-, frutos secos, y granos andinos como quinoa, amaranto y semillas, cumple totalmente la dosis de proteínas necesarias para el cuerpo.
La experta explica que el organismo necesita consumir aminoácidos esenciales, los que el cuerpo no es capaz de producir por sí mismo y requiere obtener de los alimentos. “Estos vegetales -a excepción de la quinoa- necesitan complementarse para que el organismo pueda rescatar de cada alimento el aminoácido que necesita y así estructurar sus propias proteínas”, detalla.
De esta forma, comer cereales y legumbres en un mismo día es una excelente opción nutricional. “Si comemos humus a la once (paté de legumbres) y arroz -ojalá integral- al almuerzo, se ingieren los aminoácidos esenciales necesarios”, ejemplifica.
5. Toda la comida vegana es sana
Es importante destacar que a pesar de los nutritivos alimentos vegetales disponibles en el mercado y la tierra, también existen otros que no necesariamente son sanos como las frituras, el alcohol y la repostería azucarada.
Lee también: ¿Ser vegano es comer sano?
No obstante estos están presentes también en muchas dietas omnívoras y finalmente, la salud de quien adquiera una dieta vegana dependerá de sí mismo/a y la información que incorpore sobre ella.
6. Los veganos están propensos a sufrir anemia
Este es otro de los mitos más conocidos que se relacionan con el veganismo. En la misma línea del punto anterior, la anemia sólo puede manifestarse cuando una alimentación está mal balanceada.
“La incidencia de padecer anemia en un vegetariano/vegano y un no vegetariano es similar, ya que en ambos casos la aparición de esta condición se debe a una mala estructuración de la dieta”, detalla.
En este contexto, Nazira explica que el hierro de origen vegetal tiene una menor biodisponibilidad (su absorción es menor), pero se compensa en que se encuentra en mayor cantidad, así que con una buena planificación alimentaria no debería haber déficit.
A pesar de lo anterior, este nutriente vegetal es más sensible a que su absorción sea inhibida por otros alimentos, razón por la que Nazira recomienda no consumir té, lácteos, hierbas, café y cacao al mismo tiempo que un alimento fuente de hierro.
Por otra parte, los ácidos orgánicos de las frutas y verduras, como la Vitamina C actúan como reforzadores de su absorción, disminuyendo el efecto de los fitatos (componente natural de las plantas que las defiende de los insectos, pero que funciona como un antinutriente en el cuerpo humano e inhibe la absorción de hierro).
“Dejar en remojo y hacer brotes o germinados de granos y semillas, también ayuda a disminuir los fitatos y por consiguiente a favorecer la absorción de hierro”, recomienda.
7. Sólo comen ensalada
Desde la primera trasmisión del capítulo de Los Simpson “Lisa Vegetariana”, muchos aprovecharon la “parodia” de Matt Groening para convertirla en himno de las burlas hacia vegetarianos -a pesar que el autor la creó con la intención contraria-. No obstante, las ensaladas son sólo una opción de comida entre los cientos que existen para veggies.
Lee también: “No Vivo de Pasto”: El apetitoso recetario que enseña a hacer carbonada y otros platos veganos
Las opciones de alimentación para veganos crecen de forma expotencial cada día, de manera que existe una versión vegana de casi todas las comidas que usualmente llevan un elemento de origen animal (por ejemplo, “The Not Company“). De esta misma forma, se puede descartar el mito que ser vegano es caro, puesto que la competencia y opciones han contribuido con la baja de precios.