Reír es saludable y está comprobado científicamente. Se sabe que es la mejor terapia natural para beneficio de nuestra salud física y mental. Sin embargo, existen estudios que señalan que puede tener algunos efectos adversos.
Uno de ellos es el realizado por Robin Ferner, profesor del West Midlands Centre for Adverse Drug Reactions en el Hospital de Birmingham, en Reino Unido, quien señala que “la risa puede no ser la mejor medicina después de todo; puede ser perjudicial para algunos pacientes”.
Los beneficios son muchos señala el especialista: reduce la ira, la ansiedad y el estrés. Además, “está demostrado que la risa reduce el riesgo de infarto de miocardio e infarto recurrente; mejora la función pulmonar en la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC); consume unas 40 kilocalorías cada 15 minutos -así riendo todo el día se podría consumir unas dos mil calorías y perder peso-, y aumenta la tolerancia al dolor”, comentó al medio español ABC
Pero ¿cuáles son sus efectos negativos?
Distintos estudios realizados por científicos y especialistas, señalan que, “la risa también tiene efectos negativos en nuestro sistema nervioso, el cual puede provocar cataplexia, que es la pérdida total del tono muscular, aunque se puede tratar de episodios repentinos y breves, las personas que la sufren no pueden controlar los músculos, que se debilitan llegando a provocar caídas”.
“Esta condición se manifiesta a partir de emociones fuertes que dejan a los pacientes en un estado de relajación total”. Así lo demostró una investigación realizada por Sebastian Overeem de la Universidad de Leiden, Países Bajos.
Otro de los efectos negativos es la inhalación de cuerpos extraños. Según lo señalado por Canadian Medical Association Journal, en pacientes con asma, las carcajadas aumentan el riesgo de un ataque, lo más común es que provoque un acceso de tos.
Ferner señala “que la risa tiene un efecto físico en los asmáticos, ya que a veces hasta una sonrisa falsa puede provocar un ataque”. Y por si fuera poco, se demostró que en sujetos fumadores un ataque de risa puede causar neumotórax (colapso pulmonar que ocurre cuando el aire escapa del pulmón, según la web de la Biblioteca de Medicina de Estados Unidos, MedlinePlus.
Esto se conoce como Síndrome Pilgaard-Dahl, por dos daneses (fumadores) que lo sufrieron.
Cuando nos reímos a carcajada limpia, la intensidad de ésta produce un incremento en la presión intratorácica, debido a la cantidad de aire que inhalamos, la velocidad en la que lo hacemos, y el movimiento de la caja torácica y el diafragma.
Este sobreesfuerzo, según lo que señalan cuatro estudios independientes publicados en el British Medical Journal, puede provocar un desmayo debido a un reflejo neural: de algún modo hay que hacer descender el volumen de aire que estamos ingresando, y se produce el síncope, que es una pérdida brusca de consciencia y de tono postural, de duración breve, con recuperación espontánea sin necesidad de maniobras de reanimación.
Otro factor importante, que no hay que desconocer, y por cierto nos genera bastantes problemas estéticamente hablando, es que la risa nos puede provocar unas profundas líneas de expresión alrededor de la boca y los ojos.
Cuando somos jóvenes, la cantidad de colágeno y elastina en nuestra piel permite que vuelva a su estado previo, sin embargo, a medida que avanzamos en edad se vuelve complejo, esto debido a que la cantidad de colágeno disminuye y la dermis no recupera su configuración original. Entonces, es ahí en donde se producen estas marcas de expresión llamadas “patas de gallos”.
A pesar de todos estos efectos negativos, el especialista recomienda reírse, y aunque no nos alargue la vida, por lo menos la hace más agradable. Eso sí, hay que hacerlo de forma espontánea para que nuestros músculos se relajen.