El vocero de la Congregación Hermanos Maristas, Mariano Varona, explicó la tardanza de 7 años de la denuncia que este lunes presentaron contra el sacerdote Abel Pérez, quien habría confesado abusar de menores de edad por cerca de 30 años.
En entrevista con CNN, Varona sostuvo que a pesar que el sacerdote habría confesado los hechos en 2010, aún es un miembro de la congregación.
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Tras ser consultado por la demora de la denuncia, explicó que se debió a raíz de la “falta de protocolos” y de experiencia en el tema, por lo que decidieron asesorarse con dos autoridades de la época de la Congregación, quienes les habrían recomendado no denunciar si las víctimas no presentaban primero una acusación.
“Con el correr del tiempo, nos hemos dado cuenta que nuestra conducta fue impropia y por eso pedimos perdón”, sostuvo.
No obstante a esto, el vocero recalcó que “nunca en la congregación ha habido la intención de cubrir al hermano”. Asimismo, indicó que Pérez fue enviado a Perú, pero que podría retornar a Chile en dos meses más.
“Uno tiene que tener misericordia con el agresor. También hay que dar un trato pastoral al agresor”, dijo. Además, agregó que “Abel Pérez tiene todo el respeto a pesar de lo que ha hecho”.
Respecto a los protocolos, el vocero explicó que en dos meses más se reunirá el Consejo Provincial con el fin de determinar la sanción que podría tener el religioso, la que incluso podría tratarse de una expulsión. “Eso no está decidido y será una resolución que tiene que tomar la autoridad”, expresó.
El vocero adelantó que el próximo mes habrá una reunión de autoridades religiosas en Roma, donde se abordará este caso a través de un documento que explica la expulsión inmediata si se cometen abusos.