Una joven estudiante de la Universidad Las Américas presentó un recurso de protección contra su marido tras la difusión de un video íntimo de la pareja, el que fue enviado a sus compañeros de curso y profesores.
“Estaba desolada, muy mal, era algo muy fuerte. En el video se ven todas mis partes: se ve mi cara, mi cuerpo; todo. Fue algo que nunca en la vida me había pasado, siendo que el video lo teníamos solo mi marido y yo, nadie más”, contó Ámbar Belmar, de 29 años, a LUN.
Luego de pensarlo en frío y tener la asesoría de su abogado, Ámbar prefirió no llamar a su marido, un ingeniero informático de 34 años, sino actuar legalmente.
Después de recurrir a varias instancias, fue finalmente la Tercera Sala de Corte Suprema la que aceptó el recurso de protección contra su esposo, que lejos de apoyarla la ignoró, y presentó un rechazo contra la acción de la mujer.
Ámbar asegura que los video se hicieron bajo el consentimiento de ambos, “pero quedamos en que cada vez que nos grabáramos, el tenía que borrar los videos de su celular”, explicó.
El audiovisual fue entregado a 19 personas. “Un compañero me dijo por Whatsapp que me metiera a mi correo. Me explicó que había un mail colectivo y que tenía que verlo. Ahí estaba el video y también un mensaje que decía: La trepadora, la roba maridos, la reina del Café Paraíso“, comentó.
Separación judicial
A pesar de que el hombre conoció a Ámbar en un café con piernas, cuando comenzaron una relación le pidió que dejara su trabajo y le prometió que él se haría cargo de los gastos, incluso de la universidad que ella pagaba con sus ingresos.
El incumplimiento de esta promesa, adicional a otras, como la de levantar un hogar y hacer una familia, llevó a la pareja a iniciar una separación judicial, tras cinco meses de matrimonio, y antes de la difusión del video.
Luego de enviado el material, la joven decidió ir a clases, “y en la universidad todos me miraban”, dijo, asegurando que luego sus compañeros y profesores se reunieron para apoyarla.
“Quedé muy mal”
La estudiante de fonoaudiología reconoció que el envío del material íntimo le afectó en todos los sentidos, desde el rendimiento académico, hasta la confianza.
“Quedé muy mal. Y académicamente el tema también me afectó porque no me concentraba. Yo soy una buena alumna pero, por todo esto, no empecé a rendir: bajé mis notas y reprobé un ramo”, dijo la mujer al rotativo.
A lo anterior, agregó además, que de encontrar pareja desconfiaría, “porque esto me marcó. Yo confiaba en mi marido, por algo me casé. Él era mi compañero de vida”.
“Habría más de un video”
Mediante un informe presentado a la Corte, el marido de Ámbar aseguró que es falso que él fuera el único portador de una grabación íntima, “puesto que habría más de un video y estos estarían en poder de ambos cónyuges”.
A lo anterior, añade el texto, que “la imputación es un sinsentido”, alegando que si se están difundiendo, “no solo afecta a la recurrente, sino también a él, ya que sería dañoso a su imagen, intimidad y dignidad”.
El abogado de la mujer, Johans Saravia, anunció que la próxima semana presentarán una querella en contra de quienes resulten responsables de la difusión del video.
“Si a otra mujer le pasa lo mismo o algo similar, que se atreva, que hable, que luche por sus derechos, por su dignidad y su honra. Y que no tenga miedo”, sentenció Ámbar.