El Ministerio de Transportes dio a conocer los contenidos esenciales de las bases que servirán para licitar los contratos del Transantiago que se vencen el 2017.

Entre los anuncios realizados por el subsecretario de Transportes, Carlos Melo, está acortar el periodo de licitación de 10 a 8 años, argumentando que los cambios de la ciudad obligarán a adecuar los contratos con más frecuencia.

Ante ello, el experto en transporte urbano de la Usach, Rodrigo Martin, reconoce que la medida es “sensata”, aunque “no muy significativa”.

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“El acortamiento en ocho años es marginal, porque no es un factor que sea totalmente determinante respecto al resultado que le produce al habitante de Santiago. La diferencia es mínima para un usuario de la ciudad. Una persona no puede esperar ocho años para ver cómo resultan las cosas”, dijo.

Eso sí, Martin reconoció que si la reducción de tiempo es mayor, podría provocar un desincentivo en las empresas a la hora de presentar su interés en el transporte público capitalino, aunque enfatizó que este cambio “es poco en términos de dinamismo y contrato”.

Asimismo, propuso incorporar mecanismos de fiscalización y control de calidad en medio del desarrollo de la licitación, además de que los contratos estén sujetos al cumplimiento de estándares y resultados. “Eso sería una buena señal para la ciudadanía, de que el Gobierno no solo está entregando una licitación de ocho años y lavándose las manos en las empresa”, puntualizó.