Fue la tarde del pasado día lunes cuando Elia Sobarzo recibió una llamada de las funcionarias del jardín infantil Nueva Esperanza, avisándole que realizarían un paro de actividades 48 horas por un reajuste laboral y, por ello, no podía llevar a su hija Francisca porque estaría cerrado.

Frente a esta situación llevó a la pequeña hasta su lugar de trabajo, una casa ubicada en calle Luis Pereira, donde es asesora del hogar.

Mientras realizaba sus labores la dejó sentada frente a un televisor, pero cuando fue a ver cómo se encontraba es que se percató que ya no estaba ahí. Corrió al patio trasero y vio que su hija, Francisca Sobarzo, de solo cuatro años, había caído a la piscina. Pese a las labores de reanimación y su traslado a un centro médico no fue posible salvar su vida.

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La abuela de la niña, Alicia Sobarzo, indicó que parte de esta tragedia tuvo como factor el hecho del paro que realizaron los trabajadores de Integra.

Desde la fundación Integra la directora ejecutiva, Oriele Rossel, explicó que frente a un cierre de los jardines por un paro de trabajadores -movilizados por un reajuste salarial de la misma fundación- no pueden intervenir, pero reconoció que debería haber más conciencia al ser un área que está al cuidado de niños.

Hubo cuestionamientos sobre lo ocurrido por el paro que encabeza el sector público y el presidente de la Confusam, Esteban Maturana, rechazó cualquier vínculo de la movilización con la muerte de la niña.

En tanto, en su casa, en la comuna de Lo Espejo, fue velada la pequeña Francisca Sobarzo. Sus padres han guardado silencio, pero cercanos comentaron que estos paros generan complicaciones en materia de cuidado de los niños, en especial en familias donde no hay quién pueda hacerse cargo de ellos.