Franco Ferrada fue internado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de a Clínica Indisa el pasado 21 de mayo luego que tomara una decisión que paralizaría a todo un país. Tras sufrir un episodio de delirio optó por obedecer a las voces que le decían que ingresara a la jaula de los leones del Zoológico Metropolitano.

Según el testimonio de las personas que se encontraban en el lugar esa mañana, Ferrada escaló la reja que separaba a los leones de los visitantes y una vez dentro comenzó a desnudarse. Abrazó a los leones, los que en una primera instancia no lo atacaron. Pero luego, ante el hostigamiento del joven comenzaron a morderlo.

Ante esta escena, personal de zoológico disparó dardos tranquilizantes a los animales, pero el tiempo en que éstos hacen efecto es demasiado y era imperioso salvar la vida del joven por lo que se decide sacrificar a dos de los tres leones para rescatar con vida a Ferrada.

La psicóloga que evalúa al joven, Josefina Guzmán, explicó a Revista Sábado que su paciente tiene “pseudoalucinaciones e ideas delirantes religiosas y mesiánicas. Franco no quería terminar con su vida, lo que tuvo fue un brote psicótico“.

Su paso por hogares del Sename y el sentimiento de abandono

La primera vez que Franco llegó a un hogar del Sename sólo tenía 12 años, debía dejar atrás a su familia porque su madre consideraba que sus hijos corrían un serio peligro con un padre alcohólico y estarían mejor internados en un lugar donde el abrigo y la comida estarían garantizados, según creía.

A Ivón, madre de Franco, también le habían detectado cáncer de mamas en esa misma época y su situación económica era más que precaria. Ella sólo quería proteger a sus hijos. La idea era que esta medida fuese transitoria mientras se recuperaba. Sin embargo, Ivón no contaba con que se le detectara una metástasis en riñones e hígado, falleciendo al poco tiempo.

Desde el Sename le solicitaron a la hermana mayor de Franco, Bianca, que tomara su cuidado quien no accedió argumentando que no tenía los recursos. A pesar de esto, logró llevarse a sus hermanos menores durante fines de semana pero no incluyó a Franco en estas salidas.

La psicóloga explica a la revista que el joven estaba completamente vulnerado y falto de apoyo por parte de adultos contenedores. “Se siente muy solo“.

Franco necesita y desea sentirse acogido y acompañado, lo cual no ha podido cumplir porque solo ha recibido la visita de su padre y en una sola oportunidad“, aclara.

Al cumplir los 18 años debía salir de las redes del Sename, por lo que realiza su servicio militar en el sur del país. A pesar de la distancia, constantemente visitaba a su hermano menor en el hogar en donde se encontraba hasta que se enteró que había sido dado en adopción a Italia, lo que fue un duro golpe para él y es por esto que decide volver a Santiago para cuidar de sus hermanos.

Lo que no esperaba Franco era encontrarse con una vida tan desoladora. Intentó de todo para ayudar a su familia, pero se vio ampliamente superado. Tanto, que acudió a la Fundación Don Bosco en donde explicó que su padre seguía en el alcohol.

La muerte de los leones

Alonso Rebolledo | Agencia UNO
Alonso Rebolledo | Agencia UNO

Alejandra Montalva, directora del Zoológico Metropolitano, salió al paso de las críticas por la muerte de ambos leones asegurando que el personal se apegó al protocolo de seguridad. “Se instala la alarma y llega contención química y contención de tirador autónomo con arma de fuego al lugar. El tirador autónomo decidió salvar la vida de la persona y lamentablemente tuvimos que sacrificar a dos miembros de nuestra familia“.

Por otro lado, el director del Parque Metropolitano Mauricio Fabry, escribió un sentido texto en su Facebook. “Franco, yo te perdono, ojalá la vida te dé una segunda oportunidad que esta sociedad no te dio. Es verdad que estás enfermo, como también es verdad que estamos enfermos como sociedad. Al menos yo, me alegro de que te hayamos podido entregar vivo a tu padre“.

Por otro lado, el guarda faunas del zoológico, Cristián Hernández, explicó a la revista que se enteró de lo que sucedía tras recibir una primera alerta por radio. Al ver la situación ordena que le den el primer tiro al león y en ese momento Ferrada grita que lo salven y que no maten al león. “Tomé a Franco de una mano, que estaba como dormido, y lo tiré hacia afuera.

Franco Ferrada despertó tres días después de lo ocurrido sin entender lo que ocurría. Su hermana menor, Ruth, explica que debieron amarrarlo y aseguró estar arrepentido.

Nos confesó que empezó a sentir miedo cuando los leones lo empezaron a atacar, que sintió que iba a morir y que pensó en mi mamá. Franco dice que fue entonces cuando recuperó la conciencia, pero antes -frente a la jaula- sólo sentía angustia y voces en el oído que no lo dejaban en paz”.