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La infancia es aquella etapa de la vida en donde nuestra máxima preocupación debe ser la de jugar y ser feliz.
Son muchos los sueños y anhelos los que mantienen los pequeños durante este periodo, y cuando finalmente los cumplen se convierten en momentos invaluables que recordarán para siempre.
Camilo Marín Neira es un niño de sólo 10 años que vive en el cerro Estanque Nº 7 de la población Teniente Merino de Concepción, cuyos esforzados padres tienen discapacidad auditiva.
Cuando ya restan sólo algunos días para celebrar una nueva Navidad, le escribió con mucha ilusión una carta al Viejo Pascuero. Camilo sueña con ser futbolista, y uno de sus máximos deseos era ver a Colo Colo en el estadio.
Las autoridades de la región tomaron conocimiento de esta emotiva carta, y al ver las sinceras palabras del pequeño, decidieron darle una enorme sorpresa.
La fecha escogida para sorprenderlo fue el 8 de diciembre pasado. Pero no era un día cualquiera: aquella tarde la escuadra colocolina viajó hasta la región del Bío Bío para enfrentarse a Palestino por el campeonato de Primera División.
Y sin siquiera sospecharlo, Camilo ya encontraba rumbo al estadio Ester Roa Rebolledo de Concepción. La expresión de incredulidad poco a poco se transformó en felicidad, y al llegar fue recibido por Patricio Polic, árbitro del encuentro.
Pero las emociones recién estaban comenzando. En compañía de sus padres, Oscar y Doris, Camilo tuvo no sólo la posibilidad de disfrutar del partido en un palco del estadio, sino que además pudo entrar a la cancha para estar más cerca de sus ídolos.
Fue así como Camlo cumplió uno de sus grandes anhelos, ver a su equipo favorito en el estadio de la ciudad. Y Colo Colo respondió de la mejor manera, ya que derrotó al club árabe por 2-1, con goles de Andrés Vilches e Iván Morales.
Ese día quedará sin duda marcado en el corazón y los recuerdos no sólo de Camilo sino que también de sus padres, quienes vieron como su hijo disfrutó al máximo con la experiencia.
Camilo proviene de una familia de mucho esfuerzo. Viven en una casa que han ido construyendo poco a poco. Debido a la discapacidad auditiva de sus padres, a su corta edad es el nexo entre la comunidad y ellos.
A días de celebrar una Navidad, Camilo pudo confirmar que los milagros existen. Y a modo de despedida, dejó un saludo navideño en lenguaje de señas, el que puedes revisar al final del siguiente video.
