Comunidades mapuche de Panguipulli acusan al Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) de Los Ríos de omitir observaciones que exigían al menos una Declaración de Impacto Ambiental para minicentral hidroeléctrica aprobada de forma express en 2012. Afectados emplazaron a la Superintendencia de Medio Ambiente y la Conadi revertir la decisión.
Después de cuatro años, las comunidades indígenas de Liquiñe se enteraron del pronunciamiento del Servicio Nacional de Turismo y la Dirección de Aguas que exigían al menos una Declaración de Impacto Ambiental para dar luz verde a la minicentral de Rp Global Chile Energías Renovables S.A
Según los principios fundamentales, la recomendación de los entes públicos radicaba en la denominación de Zona de Interés Turístico a Panguipulli que obligada a la empresa someterse a algún tipo de estudio, lo que finalmente no ocurrió, ya que el mismo día que recibió los antecedentes, el SEA aprobó la iniciativa energética a través de una carta de pertinencia.
Dicho instrumento es una evaluación de los potenciales impactos ambientales de un proyecto o actividad que buscar definir si es o no necesario realizar un Estudio de Impacto Ambiental.
Rubén Collío, werken de la comunidad indígena del sector de Liquiñe, anunció que confirmó la solicitud de investigar ante la Conadi y la Superintendencia de Medio Ambiente, ya que a su juicio se vulneró el derecho a consulta de los habitantes de la zona, resguardado en el convenio 169 de la OIT.
Según los denunciantes, se trata de una minicentral que pretende capturar el flujo de agua a lo largo de 8 kilómetros del río Trangui, elemento vital en las comunidades mapuche para el consumo humano, de animales y cultivos.