Los integrantes del movimiento de laicos en Osorno aseguran que protestarán en Santiago y no en Temuco, para pedir al papa Francisco que retire al obispo Barros de la diócesis local.
Esta demanda cobra mayor notoriedad, ya que se cumple un año desde que en una convulsionada ceremonia asumiera el cargo, todo ello por ser sindicado como encubridor de los abusos perpetrados por el sacerdote Fernando Karadima.
Juan Carlos Claret dijo que después de tres años se mantiene intacta la solicitud de renuncia del obispo Juan Barros Madrid, claro que esta vez también bajo de la lupa de organizaciones y la prensa internacional.
Claret aseguró que siguen las manifestaciones de rechazo a la figura del Obispo y que se hacen claramente visibles en su acción pastoral.
Mario Vargas, otro vocero del movimiento, manifestó que si bien la presencia en Temuco se reduce a unas cuantas personas, se buscará llegar al Papa para que conozca la realidad que se vive en Osorno.
Para Vargas la visita de papa Francisco debe servir para revertir el enrarecido ambiente que se apoderó de la Iglesia Católica de Osorno.