La Brigada de Investigación Criminal de la PDI de Antofagasta comunicó este miércoles que recibieron la primera denuncia por el juego de la “Ballena Azul”: una niña de 12 años habría iniciado las primeras fases del reto pero, sabiendo que el desafío final es el suicidio, se lo habría confesado a su madre.

La menor se habría hecho 15 cortes en su antebrazo, cumpliendo los primeros pasos de este juego que ya se cobró 130 vidas en Rusia y avanza en países como Colombia o Brasil.

El jefe de la Bicrim de Antofagasta, el subprefecto Juan Fernández, explicó que la progenitora de la participante presentó una denuncia acompañada de la inspectora de su escuela: “en una primera entrevista, la niña manifestó que se trataba del juego de la “Ballena Azul” y que la invitación se la habría enviado un excompañero, a través de su perfil de Facebook”, según publicó SoyChile.

La demanda a la que se refiere Fernández es por amenazas hacia la menor ya que, según recoge el medio anteriormente citado, si la participante no cumplía el desafío era intimidada con presuntas agresiones y amenazada incluso con la muerte de un familiar.

“Por esta razón, la niña aceptó ir realizando las etapas hasta llegar a la quinta, realizándose 15 cortes en uno de sus brazos“, explicó el subprefecto.

Agentes de la Brigada de Investigación Criminal del lugar y de la Brigada Investigadora de Cibercrimen de Santiago comenzaron la investigación y buscan al niño que le habría enviado la invitación a la menor ya que también estaría participando en el desafío.

Advertencia

Este macabro juego trata de que sus participantes van uniendo los cortes que se van haciendo en su antebrazo hasta llegar a formar una ballena azul en la etapa 50: tras esto, deberán suicidarse.

La PDI advirtió sobre la eventual llegada de esta terrible idea a nuestro país este miércoles. El subcomisario Ernesto Jimeno, de la Brigada de Cibercrimen, indicó en una declaración enviada a Bío Bío Chile, que les han llegado muchas consultas de padres y profesores respecto a este tema, porque lo han visto en las noticias.

“Los padres acá son el principal filtro y quienes deben oportunamente darse cuenta de esta situación”, relató Jimeno, explicando que algunas señales de alerta pueden ser si los niños son susceptibles a la depresión, si se cortan o se autoinfligen heridas en la piel, o si ocultan o buscan cierto resguardo durante la noche al utilizar las redes sociales.