Incertidumbre es lo que está viviendo una familia chilena a raíz de las protestas por la crisis que azota a Machu Picchu, una de las 7 maravillas del mundo. Según los reportes, alrededor de 2.000 personas de diferentes nacionalidades se encuentran enfrentando estos “caóticos” inconvenientes.
“Así estamos los chilenos y de otros países en Machu Picchu esperando que solucionen la huelga del tren, nosotros tenemos nuestro pasaje de tren hoy y no nos dan respuesta”, comenzó relatando Cristina Reyes, chilena oriunda de Santiago que viajó con su familia de vacaciones a la “Maravilla del Mundo”.
Ella, en compañía de sus familiares -5 adultos y 4 niños-, llegó el martes a la histórica ciudadela inca tras más de 5 horas de viaje caminando, de un recorrido que normalmente es de una hora y media en tren.
La familia tuvo que tomar vías alternativas de alrededor de 12 kilómetros para así evitar perder sus vacaciones, tomando el camino desde Cusco a Hidroeléctrica, según detalló la mujer a BioBioChile.
No obstante, alertó de los riesgos de aquella ruta, donde además una de las niñas de su grupo familiar se habría enfermado.
Ahora, se encuentra esperando que una solución para retornar, dado que -asegura- está varada con su familia a raíz de las protestas que han desencadenado la suspensión del servicio de trenes.
“Nadie da información y todo es un caos porque está lleno de gente que quiere salir de Machu Picchu, porque la única salida es por tren, o por una caminata muy peligrosa en las vías del tren de 5 horas”, recalcó.
“Seguimos esperando”
Cristina contó que las vacaciones las habían planificado hace casi un año, como requiere este tipo de viajes. “Se debe sacar por lo menos con 4 meses de anticipación las entradas a Machu Picchu. Igualmente los trenes. Coordinar hoteles, tour”.
Pese las huelgas, “nosotros pudimos organizarnos y tomar una vía alternativa, pero a un alto costo de perder tiempo (y más dinero) de nuestras vacaciones”, afirmó.
En videos compartidos a BBCL, la connacional mostró las largas filas y gente amontonada en la estación, esperando la llegada de un tren para retornar a Cusco. En una de las imágenes un turista mexicano, con algo de humor, contó su “experiencia inolvidable” y “bien difícil” en Machu Picchu. “Es algo increíble, la organización está fatal”, agregó.
Y, pese a la tregua de 72 horas que debía entrar en vigencia este miércoles tras el acuerdo entre las autoridades de Perú y Comunidades de Machupicchu, Cristina aseguró: “Seguimos esperando”.
En tanto, la mujer dijo que desde el consulado de Chile no se han contactado con ellos para gestionar posibles soluciones.
No obstante, consultados por BioBioChile, desde Cancillería señalaron que “el Consulado General de Chile en Arequipa, ha estado en contacto con las chilenas y chilenos en todo momento”.
Asimismo, según lo indicado por la Policía Nacional del Perú (PNP) a la cartera de Gobierno, “todos los connacionales pudieron salir de la zona sin problema”, pese a lo informado por la familia chilena.
El bloqueo de trenes y la crisis en Machu Picchu
Respecto a la crisis que azota a la histórica ciudadela inca, se encuentran acusaciones de monopolio. Incluso, se ha reportado que está al borde de perder su estatus de “nueva maravilla del mundo”, título que otorga, justamente, la organización New 7 Wonders.
Entre los principales problemas señalados que ponen en riesgo a la “Maravilla del Mundo” están la alta presión turística sin un manejo sostenible, las irregularidades en la venta de boletos, las dificultades en el transporte terrestre y la falta de coordinación entre instituciones y empresas turísticas.
Las protestas registras en los últimos días dejaron al menos 17 heridos y alrededor de 2.000 turistas afectados por el bloqueo de la vía ferroviaria, consigna nuestro medio asociado RPP.
Estas manifestaciones tuvieron uno de sus puntos más álgidos luego que el servicio de trenes Perú Rail anunciara la suspensión indefinida del transporte hasta la ciudadela inca del servicio de buses del nuevo operador. Esto, a raíz de un supuesta sabotaje en los vagones que iban a trasladar dichos vehículos.
Las unidades pertenecientes a la empresa Inversiones Sumaq Ayllu San Antonio de Torontoy debían haber iniciado su servicio desde el pasado 5 de septiembre, cuando venció la concesión que tenían los autobuses de la compañía Consettur, que ha operado este servicio desde hace 30 años, consigna EFE.