Seis ministros del primer gobierno de Sebastián Piñera volverán al poder Ejecutivo, para acompañar al futuro gobernante en su nueva administración, desde el próximo 11 de marzo.
Andrés Chadwick, Cecilia Pérez, Felipe Larraín, Alfredo Moreno, Juan Fontaine y Roberto Ampuero volverán a La Moneda, en la mayoría de los casos, para resumir la tarea que dejaron de ejercer en 2014.
Andrés Chadwick: ministro del Interior
Desde el triunfo de Sebastián Piñera, la nominación de Chadwick para el Ministerio del Interior fue una de las primeras certezas, dada su cercanía, laboral y familiar, con el presidente electo, además del rol que desempeñó durante la campaña.
Andrés Chadwick, abogado de 62 años y militante de la UDI, se inició en la vida política en 1994 como diputado por el entonces distrito 33 de la región de O’Higgins, en el que fue reelecto para un segundo período en 1998.
Llegó a la Cámara Alta en 2006, representando a la misma zona, sin embargo, interrumpió su labor en el Senado para integrarse al Gobierno de su primo como ministro Secretario General de la Presidencia en julio de 2011, y luego como ministro del Interior entre 2012 y 2014.
No obstante, uno de los flancos abiertos que tiene Andrés Chadwick es el rol principal que ha jugado su sobrino Herman Chadwick, en el marco del caso Caval.
El exsíndico de quiebras, imputado por otorgar ventajas indebidas, declaraciones incompletas o falsas, omisión maliciosa de declaración y declaraciones maliciosamente incompletas o falsas, deberá enfrentar un juicio oral luego de que el Juzgado de Garantía de Rancagua rechazara la opción de que fuera a un juicio abreviado.
Incluso ambos conversaron, a través de WhatsApp, sobre el caso cuando la revista Qué Pasa publicó un artículo febrero de 2015, dando a conocer el tema.
En esa oportunidad Andrés Chadwick le preguntó a su sobrino si le parecía raro el crédito de $ 6.500 millones que el Banco de Chile, controlado por el grupo Luksic, le otorgó a Caval, la empresa de Natalia Compagnon, nuera de la presidenta Michelle Bachelet. Esto, luego que realizara gestiones directas con el vicepresidente del banco, Andrónico Luksic.
“Ah, qué sé yo. Será su amistad con Luksic”, le respondió Herman. Tras ello, le dio detalles de las gestiones previas infructuosas que Caval había hecho en el Santander y le explicó que el préstamo en el Banco de Chile fue aprobado pasando por todos los procedimientos correspondientes.
“Consígueme el mismo crédito” fue la frase con la que el tío dio término a la conversación esa jornada. El sobrino no respondió.
Por contraparte, una de las mayores fortalezas que tiene Chadwick, es su cercanía con Piñera, de hecho, son primos. Además, ya estuvo en el cargo durante dos años en el primer gobierno del mandatario electo y, dado su tonelaje político, se espera que contribuya a articular la relación entre el Ejecutivo y los partidos oficialistas.
Cecilia Pérez: ministra de la Secretaría General de Gobierno
Cecilia Pérez debutó en política a principios del siglo cuando, en las elecciones municipales de 2000 fue elegida como concejala de La Florida por cuatro años, tras lo cual fue reelecta en dos oportunidadades: 2004-2008 y 2008-2012.
Sin embargo, no pudo culminar este último lapso, pues en febrero de 2011 Sebastián Piñera la nombró como subdirectora del Servicio Nacional de la Mujer, hoy denominado Ministerio de la Mujer.
En julio de ese año asumió como intendenta de la Región Metropolitana, donde estuvo hasta noviembre de 2012, ya que en esa fecha Piñera la instaló como ministra Secretaria General de Gobierno, en reemplazo de Andrés Chadwick, quien se había ido como titular de Interior.
Entre los puntos fuertes que posee Cecilia Pérez se encuentra su gran cercanía con el presidente electo, lo que le otorga confianza y seguridad para ejercer su cargo. A ello se añade que ya ocupó el mismo puesto durante el primer gobierno de Piñera, por lo que tiene experiencia en la cartera.
Felipe Larraín: ministro de Hacienda
El economista Felipe Larraín formó parte del equipo económico, junto a José Ramón Valente, de Joaquín Lavín durante su última aventura presidencial en 2005, la que abandonó luego que RN impulsara la candidatura de Sebastián Piñera.
Tras la derrota de Piñera a manos de Michelle Bachelet, pasó a formar parte de los llamados “Grupos Tantauco” de Piñera que levantaron su plataforma para la campaña de 2009, que le permitió llegar a la presidencia en 2010.
Así, Larraín se convirtió en su ministro de Hacienda. Tras salir del gobierno en 2014, fue uno de los fundadores del Centro Latinoamericano de Políticas Económicas y Sociales de la Pontificia Universidad Católica de Chile (Clapes UC), un centro de estudios de economía liberal, donde sirvió, hasta ahora, como director ejecutivo.
Durante su gestión a cargo de la hacienda nacional, Emerging Markets y The Banker, dos revistas especializadas, lo destacaron como el mejor ministro de Hacienda en 2010. Durante su gestión, el país creció, en promedio, 5,4%.
Se atribuye, en este mismo ámbito, la creación de 1 millón de empleos, aunque la cifra puede explicarse, en parte, por procesos ajenos a su gestión como la recuperación de empleos que venían de la crisis internacional de 2008 y la reconstrucción tras el terremoto de 2010.
Fue integrante del consejo asesor del Banco Mundial (organismo que creó el índice Doing Business), pero aseguró que la invitación se hizo luego de que el Panel Independiente entregara sus recomendaciones de hacer cambios metodológicos al Indice Doing Business. Además, planteó que desde 2015 que no lo convocan.
Empero, el Banco Mundial ha negado que perjudicó intencionalmente a Chile en dicho índice. Es independiente, cercano a la UDI, aunque tuvo problemas con su bancada por la negativa a financiar, como quería la UDI, determinados programas sociales.
Alfredo Moreno: ministro de Desarrollo Social
Si bien su trayectoria política es breve, en el pasado apoyó, no públicamente, en sus respectivas campañas a Hernán Büchi (1989), Arturo Alessandri Besa (1993) y su amigo Joaquín Lavín (1999-2000 y 2005-2006). Entre 2010 y 2014 recién asumió un cargo público, como ministro de Relaciones Exteriores del primer gobierno de Sebastián Piñera.
Moreno es Ingeniero civil de la Universidad Católica y MBA en Chicago. Tuvo un largo paso por el Banco de Chile (donde se vinculó a Carlos Délano y Carlos Lavín) y el grupo Falabella. También ha creado sus propias empresas: Editorial Santiago (que aún mantendría), y Telemercados Europa y Chuck E Cheese’s, que vendió.
Cuando asumió como ministro de Piñera, encargó a IM Trust, a modo de fideicomiso, un patrimonio líquido de $30.400 millones (unos US$46 millones).
A la CPC, gremio que asumió el 1 de abril de 2017 (por dos años), le dedica el 50% de su tiempo. El resto lo distribuye en los directorios que aún mantiene: Libertad y Desarrollo, Universidad del Desarrollo, Derco, Banmédica (donde es vicepresidente) y Penta Vida (presidente), entre otros.
Su punto a favor viene de su gestión a cargo de la diplomacia chilena, donde gestionó la entrada de Chile al programa Visa Waiver, el cual exime a los ciudadanos de un país de presentar visa cuando ingresan a Estados Unidos por turismo o negocios para estadías de hasta 90 días, y la integración del país a la Alianza del Pacífico, que además conforman Colombia, Perú y México.
En contra, en cambio, aparece la defensa chilena ante Perú en el juicio de la Corte Internacional de La Haya, que adjudicó más de 50 mil kilómetros cuadrados del mar chileno a Perú el 27 de enero de 2014.
A lo anterior, podría sumarse un desconocimiento del área social. El ministerio de Desarrollo Social cuenta con cinco servicios: Senadis, Conadi, Injuv, Senama y Fosis. En Senama actualmente existe una comisión investigadora en la Cámara de Diputados por la muerte de personas de la tercera edad aparentemente, en estado de abandono.
El Fosis, en tanto, se dedica a entrega de ayuda social a familias vulnerables, con programas focalizados. Ahí probablemente podría hacer un cambio Moreno, aunque es complejo que tenga experiencia suficiente.
Por otra parte, el actual gobierno acaba de promulgar la Ley que crea Defensoría de los Derechos de la Niñez, organismo que estará encargado de prevenir la vulneración de sus derechos y de promover el buen trato a los menores. Este último organismo, dicen desde el Gobierno, cambiará el giro político del ministerio hacia esta área.
Roberto Ampuero: ministerio de Relaciones Exteriores
El escritor Roberto Ampuero fue confirmado como el nuevo jefe de la diplomacia chilena y deberá dialogar con un escenario bastante complejo si se contempla que, a una semana de asumir, enfrentará en el Tribunal Internacional de La Haya, los alegatos orales respecto a la demanda marítima de Bolivia.
Ampuero, formado en la Universidad de La Habana, experimentó un cambio en su pensamiento político desplazándose desde la izquierda hacia la derecha, lo que lo llevó, en la práctica a poder asumir cargos públicos durante la primera administración de Piñera.
En 2012 ingresó al gobierno como embajador de Chile en México, para, al año siguiente y en las postrimerías del primer mandato del empresario, asumir como ministro presidente del Consejo de la Cultura y las Artes.
Durante la campaña presidencial, Ampuero fue foco de críticas por parte del actual oficialismo, luego de difundir un tuit en el que, supuestamente, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, entregaba su apoyo a Alejandro Guillier, situación que fue desmentida y se comprobó que el supuesto mensaje era un fotomontaje.
Juan Andrés Fontaine: ministerio de Obras Públicas
El ingeniero comercial de la Pontificia Universidad Católica, Juan Andrés Fontaine, vuelve al Gobierno para hacerse cargo, esta vez, del ministerio de Obras Públicas, luego de haber estado en la cartera de Economía, entre 2010 y 2011.
Fontaine se inició en la función pública durante la dictadura de Augusto Pinochet, al incorporarse al área de estudios del Banco Central, que, por aquella época, aún dependía del gobierno.
Luego, con el retorno de la democracia, partió hacia el sector privado donde ha participado en los directorios de un cúmulo de empresas como Socovesa, Quiñenco y Sigdo Koppers y Contra Parte Central, dependiente de la Bolsa de Comercio de Santiago.
En materia política, históricamente se ha alineado con las candidaturas de la derecha, apoyando en 1989 a Hernán Büchi (1989), José Piñera (1993), Joaquín Lavín (2005) y Sebastián Piñera (2009), entregando lineamientos de carácter económico para las propuestas.