El episodio de espionaje sexual a mujeres de la Armada en la Fragata Almirante Lynch ha sido calificado transversalmente como un hecho grave y el jefe de la institución, Enrique Larrañaga, admitió en entrevista con El Mercurio que los involucrados arriesgan el retiro de la organización. Esto luego de que un grupo de marinos instalaron una cámara oculta para grabar imágenes de sus compañeras.
El hecho no ha pasado inadvertido en la Cámara de Diputados, donde la Comisión de Defensa citó en calidad de invitado a Larrañaga para una sesión en la sede del Congreso en Valparaíso mañana a partir de las 18:30 horas.
El presidente de la Comisión de Defensa, diputado Jorge Tarud, valoró la eventual medida de retiro a marinos involucrados e indicó que esta medida “ejemplificadora” es un mensaje para todas las instituciones.
El diputado Germán Verdugo, independiente ex RN, aseguró que tienen que aplicarse sanciones a la altura de un problema “gravísimo” y que esperan conocer el detalle del caso con el Jefe de la Armada.
El jefe de la Armada, ya había adelantado en exclusiva con La Radio el pasado viernes, que los hechos serán enfrentados con la mayor dureza que corresponda, pero que asegura que es un episodio aislado.
Larrañaga indicó que se ofreció a las seis mujeres afectadas el traslado a otras unidades, pero ninguna aceptó ya que según el jefe de la institución, “ellas entienden que es un hecho puntual y que están felices con el trabajo que realizan en ese buque”.
El “licenciamiento del servicio” que puden sufrir los participantes en este espionaje sexual es considerada la sanción máxima en el aspecto naval.