El “Paraquat” es uno de los muchos pesticidas que se fabrica en Europa. A pesar de que está prohibida su utilización en ese continente, se vende en los Estados Unidos y en otros países, como Chile.
Un estudio realizado en Estados Unidos reveló que este químico provocaría daños que derivarían en la enfermedad de Parkinson. Otros análisis detectaron una degeneración en el sistema nervioso tras su uso.
Una de las plantas que fábrica el químico está en Gran Bretaña, en una zona industrial montañosa y de alta vegetación, en la que no puede ser usada la propia sustancia que producen.
Este controvertido químico está prohibido en toda la Unión Europea debido a su uso en los suicidios en muchas partes del mundo, ya que beber un trago puede ser letal, según consignó New York Times en una crónica publicada este martes.
Venta en Chile
BioBioChile.cl constató su venta libre y hasta recomendación por parte de la empresa Arysta. Cada recipiente de 20 litros del químico es vendido en aproximadamente USD$ 5.5.
Otra empresa que distribuye el pesticida en nuestro país es Anasac. Esto a pesar de la prohibición que tiene el producto según el Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales, acuerdo suscrito por la Red de Acción en Plaguicidas en Chile.
El “Paraquat” es usado para eliminar hierbas calificadas como “malas” (malezas) que se apropian del agua y los nutrientes de los cultivos “buenos”.
Su uso evita que se tenga que arar para extraer esas hierbas “malas”.
Efectos en la salud
Las regulaciones en Estados Unidos están investigando la vinculación del “Paraquat” a un efecto menos evidente a corto plazo relacionado a la enfermedad de Parkinson.
Tras el estudio que desarrolló el ente regulador notificó a la Agencia de Protección Ambiental que: “Hay una gran cantidad de datos epidemiológicos sobre el uso de “Paraquat dicloruro” y la enfermedad de Parkinson”.
La agencia está evaluando si se debe continuar permitiendo que el producto químico siga siendo utilizado en las tierras de cultivo del país norteamericano, aunque la decisión no se espera hasta 2018, y no está claro cómo verá el tema ambiental el gobierno entrante de Donald Trump.
Incluso el gobierno de China, una nación que poco se preocupa por la regulación ambiental, decidió en 2012 eliminar el paraquat “para salvaguardar la vida de las personas”, aunque todavía permite la producción para la exportación.
Es así como, las mismas naciones que prohíben el uso de este controvertido pesticida, permiten su fabricación, siempre y cuando sean exportados a tierras lejanas.
La planta de Huddersfield es propiedad de Syngenta, el gigante de pesticidas con sede en Suiza, país que no ha permitido el uso del polémico químico desde 1989.
El pesticida es una sustancia utilizada para prevenir o combatir cualquier plaga, incluidas las especies indeseadas de plantas o animales, durante la producción, almacenamiento, transporte de cosechas de alimentos.
El uso del “Paraquat” podría afectar no solo a los trabajadores del campo y las personas que viven en las cercacanías, sino al propio alimento que haya tenido contacto con el químico
Al respecto, el Dr. Samuel M. Goldman, un epidemiólogo en el sistema de salud de Asuntos de Veteranos de San Francisco, dijo: “No soy un agricultor, así que no necesito matar las malas hierbas, pero tengo que creer que hay opciones menos peligrosas por ahí”.
Paraquat contra la marihuana
A pesar de que el “Paraquat” se produce desde hace más de 130 años, su uso no fue frecuente hasta mediados del siglo 20. Actualmente es utilizado en más de 100 cultivos a nivel mundial, incluyendo las naranjas, café y caña de azúcar.
Su nombre ganó notoriedad luego de que el gobierno de Estados Unidos pagara para que se utilizara sobre cultivos de marihuana en México en la década de 1970, dando lugar a la preocupación de que las plantas contaminadas fuesen consumidas por los estadounidenses.
A pesar de este debate, el polémico pesticida continuó utilizándose durante años para matar las plantas de marihuana.
Los esfuerzos internacionales para regular los pesticidas han sido inútiles. Cada año, funcionarios públicos de todo el mundo se reúnen en Europa para discutir si se debe añadir pesticidas a una lista de productos químicos peligrosos, como parte del tratado internacional Convenio de Rotterdam.
Unos pocos países, entre ellos Vietnam y Ecuador, prohíben o restringen automáticamente los productos químicos que se agregan a esa lista.