Representantes de las 15 agrupaciones de la Mesa del Sector Público se reunirán durante la tarde de este viernes con los ministros de Hacienda y Trabajo, Rodrigo Valdés y Ximena Rincón para avanzar en las negociaciones de reajuste salarial de los trabajadores estatales.
Los funcionarios insisten en que el Ejecutivo debe dar un “gesto” para continuar las conversaciones, de lo contrario se anticipan movilizaciones, sin embargo, desde la llamada Mesa Alternativa acusan una “colusión” entre la dirigencia que mantiene las tratativas con La Moneda.
Por un lado acusan que la oferta del Ejecutivo es incluso menor a la inflación estimada para el próximo año, mientras que el Gobierno enfatiza en el complejo escenario de la economía nacional.
El consejero de la CUT y coordinador de la Mesa del Sector Público, Carlos Insunza, aseguró que esperan que durante el encuentro de esta tarde el La Moneda “cambie su disposición” para iniciar conversaciones, de lo contrario se definirá el cronograma de movilizaciones.
Sin embargo, los coletazos de las irregularidades en la última elección de la CUT hoy ponen en tela de juicio la legitimidad de la participación de la multigremial en la negociación. La directora nacional de la ANEF y vocera de la Mesa Alternativa del Sector Público, Jimena Aguirre, denunció una articulación entre el gobierno y los dirigentes que encabezan el proceso para consensuar un acuerdo que -según señaló- va en desmedro de los trabajadores.
Incluso, las acusaciones apuntan a amedrentamientos en plenos de la ANEF, en que -según integrantes de la llamada Mesa Alternativa- se les habría exigido retirarse de las actividades para continuar con ellas. A esto, se suma que el reajuste de 7,5% que solicita el sector, aseguran que no fue conversado con las bases.
El secretario general de transición de la CUT, Nolberto Díaz, descartó que exista una “colusión” entre la dirigencia y La Moneda, insistiendo en que las diferencias serán zanjadas “en el debate democrático del movimiento sindical”.
Al margen del guarismo, hay puntos como la regulación de los contratos a honorarios, los que quedan exentos del reajuste; la demanda de reasignaciones por zona, junto a un incremento específico para trabajadores de la salud, son puntos críticos en la negociación, que -según los trabajadores- han sido desestimados por el Gobierno, pero que plantean que hoy deberán ser discutidos.