Los partos naturales y atendidos en casa, no son algo nuevo. De hecho, hace 50 años que se practica previa elección o planificación de la madre o ambos padres, pero actualmente podría ser una peligrosa tendencia que va en aumento, ya que son atendidas por “parteras urbanas”, mujeres que no tienen el conocimiento médico o técnico para recibir a un recién nacido.
Sin ir más lejos, el Ministerio Público se encuentra investigando a una pareja por el delito de infanticidio, luego de que ésta decidiera tener al niño en su hogar, con consecuencias fatales, ya que a pocas hora de dar a luz el bebé falleció.
La elección del parto en casa se fundamenta en que los progenitores prefieren que un momento tan importante se convierta en algo más íntimo. Sin embargo, los especialistas aseguran que no basta sólo con querer para que se lleve a cabo, sino que se tienen que dar las condiciones propicias, como contar con un buen equipo de apoyo.
Según el Dr. Patricio Barriga, médico especialista en Ginecología y Obstetricia y académico de la Facultad de Medicina de la Universidad San Sebastián, esto no se debe calificar como una moda, sino que como una nueva visión de las madres que hoy se preocupan más del ambiente del parto.
“En el derecho de las mujeres a recibir una atención humanizada y evitar la violencia obstétrica, muchas de ellas prefieren tener a sus hijos en la casa. Y, si bien es algo válido, no está exento de riesgos que se deben tomar en cuenta”, explica el profesional.
Violencia obstétrica
La violencia obstétrica ocurre principalmente en centros asistenciales donde no están dadas las condiciones propicias para atender de la mejor manera a las pacientes, y puede ocurrir de dos maneras: las intervenciones innecesarias (antes o durante el parto) y el maltrato y falta de respeto a las mujeres en la atención del nacimiento.
Con inducciones innecesarias, tactos vaginales dolorosos, presión en el vientre para expulsar al bebé o que las reprendan por no saber pujar, por llorar y quejarse, son algunos de las maltratos que muchas madres denuncian tras pasar por los pabellones de algunos centros asistenciales.
El Dr. Barriga admitió que esto ocurre y que la comunidad médica trabaja para mejorar estos aspectos que, sin duda, influyen en la decisión de las mujeres a la hora de querer dar a luz. Por eso, no se menosprecia el deseo de la paciente, sino que se le advierte de la realidad y las complicaciones de no tener todos los recursos necesarios en sus hogares.
“Lo importante es que al menos dos profesionales acompañen a la paciente cuando esté cerca de dar a luz, un obstetra y una matrona. Además, es muy necesario que se encuentren a no más de 20 minutos de un centro asistencial en caso de que se presente algún inconveniente que requiera de conocimientos especializados”, indicó.
Las sirvientas o doulas
La Organización Mundial de la Salud (OMS) dice que los partos deben ser asistidos por un profesional de la Salud, sin embargo, no especifican dónde. En ese sentido, las doulas o sirvientas han ganado terreno, pues ayudan a las mujeres, que lo requieran, en el periodo de prenatal o postparto.
Estas consejeras autodidactas también pueden sólo responder dudas, guíar o acompañar el proceso de forma más pasiva, según las necesidades de cada mamá. Algunas consideran que controlar el dolor, los masajes u otras terapias alternativas también son maltrato, pero también están aquellas que piensan que lo que la madre necesita es lo que está bien.
Cynthia Kunz es doula hace seis años y afirma que para ella lo más importante es escuchar a las mamás y lo que ellas quieren. “Yo no juzgo, si una madre quiere usar epidural y que la acompañe en la clínica u hospital estoy igual. Si no quiere saber de los efectos adversos de la oxitocina sintética no se los digo y así…, si quiere música, masajes, contrapresión de caderas, lo hacemos”, explica.
Porque en definitiva lo que importa es resguardar la salud de ambos, de la madre y su bebé. Por eso, Kunz coincide en que no asiste a partos en que no haya un profesional, si es una gestación de bajo riesgo, y haya un mínimo tres ecografías y un control con la matrona. Además, enfatiza en la importancia de estar en un lugar cercano a una urgencia.
“Lo importante es entender que, el parir en casa, te protege de la violencia obstétrica, de género y sobre todo de protocolos inútiles como los constantes tactos y mediciones, la observación de mucha gente, falta de privacidad y de protección del entorno, te entrega un lugar cómodo y acogedor en el que confías. Pero si todo eso te lo ofrece un centro asistencial, debería considerarse”, concluyó.
Actualmente, las mujeres siguen prefiriendo la manera actual para tener hijos. De hecho, según la organización Maternas Chile, menos del 1% de los nacimientos se da en la casa.
Asimismo, cada vez son más las madres que esperan que los profesionales les expliquen cada paso y proceso que llevan a cabo a fin de que no se pongan nerviosas ni se asusten durante el parto ya que, lo anterior, puede perjudicar el nacimiento de la guagua, pues para todas debería ser un día inolvidable y no un trauma.