El ex espía ruso Serguei Skripal y su hija, que siguen hospitalizados graves, fueron objeto de un intento de asesinato con un agente nervioso, anunció la policía británica este miércoles.
Los hechos, ocurridos el domingo en la ciudad inglesa de Salisbury (sudoeste), donde vivía Skripal, constituyeron “un intento de asesinato mediante administración de un agente nervioso”, dijo a la prensa en Londres el comandante de la policía contraterrorista británica Mark Rowley.
El comandante reveló que hay además un policía que resultó también afectado, y no quiso precisar el tipo de agente nervioso usado en el atentado.
“Además, desgraciadamene, un agente de policía que fue uno de los primeros en llegar a la escena en respuesta al incidente, está también en el hospital en estado grave”, añadió Rowley.
El gas sarín es el más conocido de los agentes nerviosos. Se trata de una potente sustancia neurotóxica, inodora e invisible, que aunque no sea inhalada, su simple contacto con la piel bloquea la transmisión del influjo nervioso y conduce a la muerte por paro cardiorespiratorio.
Las víctimas se quejan primero de violentos dolores de cabeza y presentan pupilas dilatadas. Luego sufren convulsiones, paros respiratorios y caen en coma, antes de fallecer.