En un balance entregado durante febrero de 2018 tras cumplir un año de mandato, el presidente de Haití, Jovenel Moïse, destacó los logros de su administración pese a las severas dificultades económicas que atraviesa el país y a una masiva migración hacia otras naciones.
Esta salida al continente americano, especialmente de jóvenes, constituye una importante amenaza para la economía del país, pero el Gobierno carece de una estrategia que permita frenar ese éxodo en el corto o mediano plazo.
Sólo en 2017, más de 100.000 haitianos emigraron a nuestro país, según cifras proporcionadas por autoridades nacionales a principios de este año.
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Sin embargo, al respecto, el mandatario sostuvo que trabajará para poder entregarle a su sucesor un país en mejores condiciones. “Vamos a trabajar durante cinco años para que el próximo presidente tenga una base sólida para construir todo lo necesario para que Haití pueda acoger a todos sus hijos”, indicó.
“Para que los jóvenes no se vayan, necesitan tener perspectivas y debemos construir esperanza”, agregó.
El Banco Central haitiano, en tanto, expresó a mediados de febrero su inquietud por el déficit presupuestario, el cual supera los 78 millones de dólares desde octubre; y por los nuevos signos de devaluación de la moneda local. Pero Moïse minimiza la gravedad de esos indicadores.
“Muchos atribuyen el déficit presupuestal a gastos del Gobierno que no cumplen las normas, pero no creo que exista esa situación alarmante”, dijo a la prensa.
“Se ha realizado mucho trabajo este año a través del país”, dijo el mandatario durante una conferencia de prensa, y recordó que “en un país donde faltan recursos financieros, donde todas son prioridades, es difícil decidir”.
Como prometió en su campaña, Moïse se centró en 2017 en la rehabilitación de las rutas e infraestructura agrícola en la provincia de Trou-du-Nord, de donde es originario.
En esa línea, detalló los kilómetros de rutas que fueron asfaltadas y los canales de riego habilitados. Los costos y contratos de ejecución de estas obras se desconocen y se denuncia falta de transparencia.
Pero “la caravana del cambio no tiene presupuesto, es una estrategia”, dice el mandatario.
Históricamente, Estados Unidos constituía el principal destino de los haitianos, pero ante el endurecimiento de la política de la Casa Blanca hacia los migrantes, Chile, que no les exige visa, pasó a ser el destino preferido.