Venezuela cumple este domingo 100 días de protestas contra el presidente Nicolás Maduro, bajo la incertidumbre de si la excarcelación del líder opositor Leopoldo López abrirá las puertas a una negociación que destrabe su profunda crisis política.
Símbolo de los opositores encarcelados, López quedó el sábado bajo arresto domiciliario luego de tres años y cinco meses en prisión; pero, al llamar a marchar este domingo, la oposición aseguró que “la lucha” se reforzará hasta lograr “su libertad plena y la del país”.
Su excarcelación es el guiño más visible entre gobierno y oposición desde que el 1 de abril comenzó una ola de protestas que deja 91 muertos, en medio de una devastadora crisis económica.
“Más que una concesión del régimen, la medida adoptada es el resultado de la insistente presión de calle que han ejercido los venezolanos desde hace ya 100 días, y de la solidaridad internacional para con nuestra lucha”, aseguró la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD).
En pleno “juego trancado”, como describen el conflicto algunos analistas, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), que la oposición acusa de servir al gobierno, alegó “problemas de salud” para dar casa por cárcel a López, a quien según su familia le fue puesto un brazalete electrónico.
López, de 46 años, fue detenido en febrero de 2014 y condenado a casi 14 años, acusado de instigar a la violencia en las protestas contra Maduro de ese año, que dejaron 43 fallecidos.
“Que este paso se convierta en mayor convicción (…). A 100 días de la resistencia, volvemos a la calle”, llamó el opositor en un mensaje leído por su copartidario Freddy Guevara.
Invitó también a participar el 16 de julio en un plebiscito simbólico que convocó la oposición, confiada en mostrar el rechazo masivo a una Asamblea Constituyente convocada por Maduro, que ve como un “fraude” del chavismo para afianzar “una dictadura”, y cuya elección se hará dos semanas después.
“Nadie ofrece su cabeza”
Aunque analistas estiman que es muy pronto para medir el alcance de la medida, el hecho es que el gobierno cedió al abrir la celda a quien tilda de “monstruo”, y López aceptó el arresto en casa pese a que había dicho que solo saldría con libertad plena y tras la liberación de todos los opositores presos.
Su excarcelación se dio tras meses de gestiones del expresidente del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero, quien medió el año pasado en una fracasada negociación entre gobierno y oposición.
En un comunicado, Rodríguez Zapatero abogó por que este “paso muy positivo instado por el gobierno” permita avanzar en favor de la paz y de la convivencia democrática” y se intensifiquen los esfuerzos “en la búsqueda de soluciones concertadas” a la crisis.
La salida de prisión fue saludada por gobiernos de América Latina, España y Estados Unidos. Luis Almagro, secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), duro crítico de Maduro, ve una “oportunidad de reconciliación” y una “salida democrática”.
Maduro, quien acusa a la oposición de promover la violencia en las protestas para darle un golpe de Estado, dijo esperar que acepten dialogar y que López “lance un mensaje de rectificación y de paz”.
“El gobierno puede estar interesado en bajar la tensión porque la situación política actual representa riesgos (como una fractura en el sector militar), pero nadie ofrece su cabeza de forma voluntaria”, opinó el analista Luis Vicente León.
Del lado de la oposición, el sector más racional y menos radical “también prefiere bajarla porque sabe que va al suicidio en una situación de perder-perder”, señaló León.
“Hay, sin duda, una oportunidad para la negociación, pero una negociación que no es popular en ninguno de los extremos y que implica concesiones”, advirtió.
¡Seguiremos luchando!
La fiscal general, Luisa Ortega, chavista devenida en la mayor crítica de Maduro, cree que el gobierno busca lavar su imagen con esa excarcelación, y fustigó que los presos sean tratados como “rehenes” en una negociación.
Ortega podría ser destituida pronto por un proceso judicial que impulsa el oficialismo, lo que desataría otra lluvia de críticas contra el gobierno, tras la tormenta que recibió la semana pasada por una irrupción violenta de un grupo de chavistas en el Parlamento de mayoría opositora.
La oposición ve la salida de López de prisión como un “innegable triunfo” de las protestas. “Seguiremos luchando por la libertad de los presos políticos, y lograr justicia y paz para nuestro país”, aseguró Lilian Tintori, esposa del opositor.
Según la ONG Foro Penal, con los arrestos en los últimos 100 días, los “presos políticos” suman 431. La Defensoría del Pueblo, de línea chavista, no descartó más excarcelaciones.