Un impactrueno de Pikachu más una explosión de colores rojo, amarillo y azul, fueron lo suficiente para que 685 niños de Japón sufrieran ataques de epilepsia. Hablamos del polémico capítulo 38 de Pokémon, que este 16 de diciembre cumple 17 años.
Fue a las 18:50 horas, momento en que unos 12 millones de japoneses (más de 4.6 millones de hogares) se encontraban pegados a la televisión en 1997, cuando un incesante destelleo en la pantalla les sorprendió y provocó molestias en los televidentes, muchos de los cuales debieron recibir atención médica.
Dennō Senshi Porygon (El soldado computarizado Porygon), como se bautizó este episodio, fue ampliamente denunciado, provocando su censura en el resto del planeta y una revisión de todos los capítulos del programa, nacido de un juego de Nintendo.
(Advertencia: En caso de aceptar ver el video, se recomienda no repetirlo puesto que puede provocar mareos y molestias de visión)
Según recuerda Hipertextual, de los 685 afectados (310 niños y 375 niñas), 150 fueron admitidos en hospitales, mientras que dos internados por semanas.
Extremadamente brillantes y rápidos
La revista científica Science Daily analizó este caso en un artículo, donde concluyó que esta sobreexposión de colores detonó la afectación en los fanáticos.
Citando a especialistas, afirmaron que “los cambios rápidos de luz/oscuridad y los patrones alternados de imágenes con alto contraste hacen que las células nerviosas en el cerebro disparen impulsos eléctricos con más rapidez de lo habitual. En las personas con antecedentes de epilepsia fotosensible, el resultado ‘tormenta eléctrica’ en el cerebro puede conducir a convulsiones musculares o pérdida de conciencia”.
En esta caso, fueron imágenes destellantes con parpadeos en un radio de 12 Hz por unos cuatro segundos, a casi pantalla completa, abusándose de la técnica “Paka Paka”, una que usa notoriamente el animé donde se ven luces estroboscópicas. Desde entonces, toda una regulación comenzó en estas series, que siguieron usando la técnica, aunque con menor fuerza.
Críticas y parodias
Además de las demandas legales que debieron enfrentar los productores, se sumaron cuestionamientos del tipo religioso, en la que se acusaba que Pokémon y todo el animé, eran productos diabólicos con mensajes subliminales, llenando de prejuicios a ese género.
En Estados Unidos se hizo eco de este caso. Un ejemplo fue Los Simpson, que en un capítulo donde van a Japón observan la TV, y se quedan pegados con una serie, de la que luego sufren ataques de epilepsia.
South Park también dedicó un capítulo donde uno de sus personajes termina cayendo en un ataque por estas imágenes.