Plantaciones de tomates de Quillón están siendo atacadas por una enfermedad desconocida. Las pérdidas superan el 50 por ciento y en algunos casos la totalidad de la producción, por lo que se teme además un aumento de precios en los próximos días.
También en las vecinas comunas de Ránquil y Bulnes se han detectado predios dañados. En esta última, José Vera, intentó salvar dos hectáreas de tomate arrancando las matas dañadas, pero no pudo, en los últimos días vio cómo se perdía su trabajo, y culpó a las lluvias de diciembre.
El ingeniero agrónomo Jorge Esparza, jefe técnico del Prodesal de Quillón, comentó que en diciembre comenzaron a ver las primeras plantas enfermas, y lo atribuyeron a una bacteria, pero en los últimos días la superficie afectada ha crecido considerablemente.
En Coyanco, todos los productores tienen dañada más de la mitad su plantación, pero en otros sectores la pérdida es total. Afecta a distintas variedades de tomate, y no se ha podido establecer qué lo está causando y qué condiciones propiciaron su propagación.
Profesionales del SAG están realizando la investigación en predios afectados. Leonidas Valdivieso, director regional del Servicio, dijo que se tomaron muestras que se analizan en laboratorio por lo que es necesario esperar algunos días para conocer los resultados, aunque sus sospechas coinciden con las de los productores.
Producto de las pérdidas, se cree que la producción de tomates disminuirá considerablemente en Quillón, y aumentará el valor del producto, que en la comuna se vende hoy entre 500 y 700 pesos, y que en los próximos días podría superar los $1.000 el kilo.