Hasta el fundo Río Blanco en el límite entre Río negro y Purranque, llegó “Don Mario”, el ex trabajador del fundo que alertó a la familia Barría Basay que si escarbaban a los pies de un Pellín en el sector conocido como el “cementerio”, encontrarían los restos óseos de sus hermanos Héctor y Guido, desaparecidos durante la dictadura tras ser detenidos por al menos 10 carabineros.
Fue pasadas las 15:00 horas cuando, montado en su moto Enduro, llegó el adulto sin emitir ningún tipo de declaración antes de tomar contacto oficial con los entes investigadores. Asimismo, y en completo silencio también llegaban los familiares directos de los hermanos Barría Basay, quienes se transportaban en un vehículo que, en uno de sus parabrisas tenía escrita la frase “¿Donde Están?”.
Mientras tanto, poco a poco comenzaban a reunirse los medios de prensa a las afueras de la forestal, ubicada a aproximadamente 42 km de la ciudad de Osorno.
Cristian Parra, administrador del predio, dijo que en 2014 Inversiones Ltda. Jelaila, compró el terreno de 280 hectáreas adyacente al río del mismo nombre, y en el cual jamás escucharon historias que les hicieran presumir que un caso como el que se está viendo fuesen real.
Respecto a la excavación realizada por el hermano de los detenidos desaparecidos, la cual fue sin el permiso del particular, Parra dijo que tras conocerse el hallazgo el hombre pidió disculpas, explicando que el afán de encontrar los restos de sus hermanos le llevó a actuar sin autorización, situación que es completamente comprensible, dijo el administrador.
Uno de los detalles que llama la atención en este caso, es que el ex trabajador entregó información precisa, vale decir que “sólo era necesario escarbar en la tierra por algunos centímetros a los pies del árbol -de echo a unos 50 cm aparecieron los primeros vestigios- y se podrían encontrar los restos”.
Otro de los antecedentes que hacen poner especial atención, es que los restos fueron encontrados en la zona que se comúnmente se le conocía como el cementerio. El administrador explicó que este nombre se debía a que anteriormente hubo una lechería en ese lugar, por lo que se trabajaba con muchos animales, los cuales eran enterrados en ese sector.
Consultado sobre si les sorprendía el haber encontrado restos presuntamente humanos, Cristian Parra dijo que no había que desconocer que por 1900 era común que las familias enterraran a sus parientes en los mismos terrenos, por lo que desde ese punto de vista no causaba sorpresa. Lo que sí causaba atención es que podría tratarse de detenidos desaparecidos.
Dentro de los datos reunidos, también ha trascendido que al igual que el ex trabajador, fue una ex empleada del fundo quien habría aportado información al respecto, datos que serán cotejados con las primeras diligencias que están llevando a cabo los entes especializados, en primera instancia bajo la dirección de la fiscalía local de Río Negro.
La Fiscal Leyla Chahín, en tanto, dijo que recién esta noche se podría diseñar el plan de acción, toda vez que los peritos tenían que ver los primeros hallazgos y el terreno en general para determinar los pasos a seguir.
De echo se confirmó que se amplió el radio de acción en al menos 30 metros en dirección al Río Blanco, el cual permanecerá aislado y bajo vigilancia hasta éste martes cuando se trasladen nuevamente los peritos del SML para iniciar las excavaciones.