La publicación francesa “60 millones de consumidores” señala en su edición de marzo la presencia de residuos “potencialmente” tóxicos -dioxinas, glifosatos y otros pesticidas- en los tampones y otras protecciones íntimas femeninas, y llama a los poderes públicos a aplicar controles más rigurosos.
No obstante, la revista del Instituto Nacional de Consumo (INC) reconoce que “los niveles detectados son bajos”.
Pero algunas de estas sustancias son sospechosas de provocar perturbaciones endocrínicas, y faltan datos científicos que evalúen los riesgos para las mujeres, según la publicación.
La presencia de residuos de sustancias potencialmente tóxicas también se detectaron en 5 sobre 11 protecciones femeninas analizadas por “60 millones de consumidores”. La revista señala en particular la presencia de “trazas de dioxinas en dos tampones periódicos de grandes marcas, sobre tres analizadas”.
Además, revela “residuos de glifosato”, ingrediente químico utilizado en los herbicidas, “encontrados en protectores de ‘slips’ de una marca que se reivindica como ‘Bio’”.
Ante estos resultados, el INC “alerta a los poderes públicos y demanda la puesta en marcha de una reglamentación específica para las protecciones íntimas femeninas, imponiendo una mayor transparencia y controles más rigurosos, así como un etiquetado que detalle la composición” de los productos.