¿Por qué será que la gran mayoría de los hombres va directo a los genitales femeninos, como si el resto del cuerpo no existiera?
¿Sabías que la piel es la entrada sensorial más grande del cuerpo? Se extiende de la cabeza a los pies y está repleta de terminaciones nerviosas.
Existen zonas más sensibles que otras y zonas erógenas, que tienen mayor concentración de estas terminaciones.
Estas áreas, al ser estimuladas por el tacto, producen activación sexual y diversas respuestas corporales.
Muchas de las pacientes que asisten a Centro Miintimidad me preguntan “¿Por qué será que cada vez que mi pareja quiere seducirme, se acerca y me toca el área genital y los pechos? Me da tanta rabia, es como no tuviera otras partes en mi cuerpo”.
“Pasa cerca mío y me pega un agarrón; de vez en cuando es gracioso, pero no en forma habitual, me siento un poco agredida”, exclama Carmen.
Yo les pido que conversen con sus parejas y les expresen su sentir, les cuenten cómo les gustaría ser abordadas o seducidas y les comuniquen qué conductas les son desagradables.
La comunicación es lo más importante en la relación de pareja, si no somos capaces de expresarnos frente al otro, es muy difícil que nos encontremos frente a un mago o un telépata.
Un estudio realizado sobre las zonas erógenas y la relación con la zona cortical del cerebro, publicada en la Revista de Neurociencia Córtex, muestra que las mujeres son más sensibles que los hombres en las diferentes zonas erógenas.
Fuera de las zonas primarias como el clítoris, vagina, glande, testículos, se encuentran otras zonas como cuero cabelludo, ojos, orejas, labios, lengua, cuello, pezón, cintura ombligo, muslos y pies.
En otro estudio realizado se estudiaron cuáles son las zonas más reactivas, estableciendo un grado de sensualidad de 0 a 10 y se encontró lo siguiente en las mujeres:
El clítoris (9,1), la vagina (8,4), los labios (7,9), el cuello (7,5), los pechos (7,3), los pezones (7,3), la parte interna de los muslos (6,7), la nuca (6,2), las orejas (5) y finalmente, el ano (4,7).
En el caso de los hombres, en el primer lugar se encuentra el pene (9), los labios (7), los testículos (6,5), la parte interna de los muslos (5,8), el cuello (5,6), los pezones (4,8), el perineo (4,8), la nuca (4,5) y las orejas (4,3).
En las mujeres se encontró hasta seis zonas erógenas con una puntuación superior a siete y en los hombres sólo dos.
Esto nos explica por qué los hombres prefieren ser estimulados directamente en el área genital, específicamente en el glande a diferencia de las mujeres que poseen diversas zonas erógenas además de los genitales.
Los invito entonces a explorar las suyas y buscar en tu pareja cuáles son esas zonas, además de los genitales.
En conclusión y como consejo para ellos, NUNCA ir directo a los genitales femeninos.
Odette Freundlich
Directora de Centro Miintimidad
Kinesióloga especialista en disfunciones del suelo pelviano y sexualidad
contacto@miintimidad.cl