Independientemente del tipo de relación sentimental que tengamos y de cómo la afrontemos, solemos cometer algunos errores cuando comenzamos a involucrarnos afectivamente con otra persona. Incluso, algunos de esos errores nos podrían costar tempranamente la relación u ocasionarnos problemas constantes.
En primer lugar, debemos repensar el concepto de pareja. Así lo plantea la magíster en psicología clínica, Camila Aguayo. “El significado etimológico de ‘pareja’ indica que son dos personas que tienen una relación de semejanza entre sí, es decir, existen aspectos en común que los vinculan y los reúne como símiles”, comenta la experta.
Siguiendo con la idea anterior, lo más importante en una relación sentimental es recordar que somos iguales, no menos ni superiores.
“Las personas por lo general se unen a otro por similitud. Hay aspectos en común; ya sea intereses, estilos y experiencia de vida, valores que los conectan. Esta conexión inicial al comienzo de una relación es sintonizada como enamoramiento, primer flechazo, o sintonía fuertemente influida también por lo emocional, sensorial y sexual. Las personas entran por así llamarlo en una sensación de magia amorosa, donde el otro es visto desde la ilusión y el deseo”, explica Camila.
Agrega también, que en base a esta conexión inicial, los primeros errores en una relación van a estar relacionados más usualmente a la mayor o menor capacidad de las personas involucradas de mantener cierto grado de madurez en su capacidad de ver al otro de manera realista.
Si estás comenzando una relación sentimental o si ya tienes una hace tiempo y quieres fortalecer la confianza y comunicación, estos errores te pueden ayudar a ver qué puedes mejorar para consolidarte:
1.- Poner demasiadas expectativas en la otra persona
Ésta es una de las equivocaciones más comunes y que sobretodo se cometen en las primeras fases. “Muchas personas cometen el error de poner sus expectativas de amor romántico en esta nueva relación, proyectando en el otro sus fantasías de compromiso, protección, diversión, entre otros”, asegura Camila Aguayo.
Es difícil separar la realidad a lo que idealizamos, aún más cuando tenemos ideas preconcebidas de lo que es estar en pareja.
“La mayor dificultad… es dejar de ver lo real de la relación y lo real que cada miembro de la relación puede aportar a esta unión de a dos. La mayoría de las personas cree que con el ‘amor’ o ‘enamoramiento’ es posible manejar las diferencias que se van tejiendo mientras se van conociendo y se deja de mirar lo que realmente puedo entregar y el otro me puede sumar a la propia vida. Así las expectativas y proyecciones infantiles son desplegadas y las personas confunden la relación con los intercambios que se van ofreciendo sin ver más allá el sentido de estar juntos”, agrega la especialista.
2.- Acelerar los procesos de la relación sentimental
Todos tenemos nuestro propio ritmo de aceptar los sentimientos hacia el otro, por cual es fundamental no siempre esperar que la persona esté disponible de manera incondicional, cuando adaptarse al estilo y ritmos del compañero exige de un aprendizaje que requiere tiempo y estar juntos.
3.- Intentar constantemente cambiar la personalidad del otro
Es un error pensar en la pareja como alguien a quién puedo cambiar. Esto se agrava cuando comienzas a comparar la relación incipiente con experiencias previas.
“En ocasiones la relaciones finalizan porque los miedos del pasado son proyectados en esta nueva relación, el abandono, las carencias afectivas y la necesidad de control, son los grandes obstáculos para que las personas puedan aprender a construir un espacio afectivo común”, manifiesta Camila Aguayo.
4.- No comunicarse
El conversar y relacionarse es una experiencia que se enriquece con el conocimiento del otro, manifiesta Camila.
“Este es un sistema donde, a la vez, están implicados otros sistemas. La pareja que se inicia, se integra por la historia personal y familiar de sus miembros, por lo tanto, no es posible iniciar y mantener una relación en el tiempo si las partes no han aprendido a compartir sus historias”, señaló.
5.- Ser emocionalmente inmaduro para el nivel de seriedad de la relación
La madurez personal está en concordancia a lo que se busca en una pareja. Por ejemplo, en la adolescencia es normal la exploración afectiva que implica involucrarse repetidamente en situaciones como celar o la dependencia que se tiene en la pareja; sin embargo, esto lo debemos ver como un aprendizaje, donde lo importante es no caer nuevamente en prácticas que nos hacen daño como personas.
“Ya entrada la adultez se esperaría que todos pudiesen aprender a mirar las limitaciones que tenemos al establecer una relación de pareja. Nadie está ajeno a experimentar emociones ligadas al miedo, el abandono, la inseguridad y el control; lo importante es que cada uno pueda asumir sus miedos y hacerse cargo de superar aquellos obstáculos en la relación”, argumenta Camila Aguayo.
Finalmente, la psicóloga recalca que cuando la reacción por parte de alguno es una dificultad en la relación, lo esencial es comunicarse y resolver los conflictos; y, en el caso de no ser posible solucionar los problemas entre ambos, pedir ayuda profesional mediante algún tipo de terapia en conjunto.