El Servicio Nacional de Geología y Minería aseguró que Estudio de Impacto Ambiental de las adecuaciones de la Central Hidroeléctrica San Pedro de Colbún es incompleto y no sería subsanable con una adenda. El movimiento Valdivia Sin Represas valoró las observaciones de servicios, que en su mayoría coinciden en que el proyecto carecería de antecedentes.
Fueron un total de 22 los servicios públicos que hasta este martes se pronunciaron respecto al ingreso de adecuaciones del proyecto energético que el grupo Matte busca consolidar desde 2008 en el río San Pedro, y que dejó con un 15% de avance tras encontrar roca de mala calidad y movimientos en taludes y en su ladera sur.
A cuatro años de paralizar las obras, y pese a que la empresa realizó estudios topográficos, geotécnicos y geológicos adicionales, 17 servicios no se pronunciaron conformes, Entre ellos se encuentra el Sernageomin, quien solicitó el ingreso de un nuevo estudio de impacto ambiental.
El organismo, que no emitió observaciones durante la presentación original del proyecto en 2008, precisó que tras la realización de nuevos estudios, se modifica la caracterización del entorno, cambiando el escenario del proyecto que inicialmente obtuvo resolución ambiental favorable.
Entre dichos cambios destaca la presencia de fallas en rocas metamórficas, movimientos de laderas constituidas por sedimentos volcánicos y glaciales en las áreas donde que se construiría la presa, con rocas de baja calidad geotécnica, presentando fisuras y peligro por remociones en masa.
Además indicó que el proyecto carece de precisión en la interpretación y conclusión de su información de fondo y básica, agregando que actualmente el área se encuentra intervenida en sus laderas, evidenciando presencia de deformaciones debido a la existencia de agua.
El pronunciamiento de los servicios, que en su mayoría presentaron observaciones -excepto la cartera de Energía- fue valorado por Verónica Lyon, representante del Movimiento Valdivia Sin Represas.
Así también, el Ministerio de Medio Ambiente en Los Ríos indicó que el estudio carecería de información relevante o esencial para su evaluación, la cual no podría ser subsanada mediante aclaraciones, rectificaciones o ampliaciones.
En su informe, la repartición destacó que no se garantiza que la bocatoma de la ribera norte cumpla con la normativa ambiental vigente ni un diseño adecuado para evitar que la fauna acuática sea turbinada, entre otras observaciones.