El ministro de Defensa de Uruguay, Eleuterio Fernández Huidobro, un ex guerrillero que acompañó en su lucha al presidente José Mujica, se encuentra en el ojo de la tormenta, criticado por organizaciones de derechos humanos y actores políticos, tras sus polémicas afirmaciones sobre la tortura en la última dictadura (1973-1985).

Este lunes, Fernández Huidobro, designado para seguir al frente de la cartera de Defensa en el gobierno del presidente electo, Tabaré Vázquez, fue citado por la dirigencia del oficialista Frente Amplio (FA) para trasladarle la “valoración crítica” de sus dichos que hace la fuerza política, dijo a periodistas la presidenta del FA, Mónica Xavier.

Por su parte, gremios de la enseñanza convocaron a una marcha para el martes frente a la sede del ministerio de Defensa en “repudio a los dichos del ministro” y para exigir su renuncia.

Todo comenzó con las críticas expuestas por el Servicio de Paz y Justicia (Serpaj), organización ecuménica regional que en su informe Derechos humanos en Uruguay 2013-2014, presentado este mes, consideró que desde el actual gobierno hay un “deseo explícito” de no querer abordar las causas judiciales que investigan las violaciones a los derechos humanos durante la dictadura.

Según Madelón Aguerre, integrante de Serpaj, hay una “impunidad fáctica” en el país y tanto Mujica como el ministro de Defensa Fernández Huidobro “han tomado esto como una resolución personal, bajo una lógica marcial, lo que resulta inmoral y obsceno”.

Al ser consultado por periodistas sobre las críticas de Serpaj, Fernández Huidobro contraatacó con munición gruesa: Serpaj es una “ONG financiada por las peores fundaciones imperiales”, aseguró, indicando que lo que afirma “es falso”.

Agregó que no tiene información sobre el paradero de desaparecidos durante la última dictadura, estimados en unos 200, y de los que se han encontrado e identificado cuatro cadáveres enterrados en predios militares.

“¿De dónde quieren que la saque? (la información)”, señaló el ministro y añadió: “Si me autorizan a torturar como la CIA, si Serpaj me autoriza a torturar, yo capaz que le consigo información” sobre los desaparecidos.

Días después, Fernández Huidobro dijo al semanario Búsqueda que los integrantes de Serpaj son unos “imbéciles” financiados por “las peores fundaciones” de Estados Unidos y cercanos a “grupos nazis”.

RECHAZO A LAS DECLARACIONES DE FERNÁNDEZ

El rechazo a sus dichos no se hizo esperar, con críticas de la Institución Nacional de derechos Humanos, la organización Madres y Familiares de Desaparecidos, sindicatos, diversos sectores políticos y Amnistía Internacional.

El domingo, la Asociacion Latinoamericana de Derechos Humanos se sumó al repudio, con una declaración en el que denuncia al ministro por “frivolizar la lucha por descubrir la verdad acerca del destino de los detenidos desaparecidos” y lo acusa de recurrir al “arsenal descalificador propio de lógicas totalitarias”.

Fernández Huidobro, de 72 años, fue uno de los fundadores junto a Mujica del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros en la década del 60, motivo por el que estuvo más de 12 años preso. Al igual que el mandatario, tras ser liberado en 1985, se incorporó a la política y en 1999 ingresó al Parlamento.

Columnista y escritor, este hombre de absoluta confianza de Mujica asumió la cartera de Defensa en julio de 2011.

Durante su gestión ha generado polémica en numerosas oportunidades, como cuando en 2010 señaló que el reclamo de los familiares por sus desaparecidos “se está transformando en un negocio” y que “hay mucho dinero en juego”, o en 2012 al calificar a Jesucristo de “ese flaco al que crucificaron por gil y que lo que se pasó predicando fue perdonar”.