El gobierno turco ha prohibido que los alumnos de los colegios luzcan tatuajes o piercings, una medida denunciada por la oposición como opresiva e inaplicable, indicó la prensa este domingo.
Los tatuajes, mal vistos por los conservadores turcos, son en cambio muy populares entre la juventud urbana, incluso entre los adolescentes.
La medida fue anunciada después de la controvertida decisión del gobierno islamista de permitir que las chicas lleven velo en los institutos. La iniciativa ha sido muy criticada en Turquía por los defensores del laicismo, una de las bases de la República fundada en 1923 por Mustafa Kemal Atatürk.
La nueva medida, publicada en la gaceta oficial de Turquía el sábado y reseñada en la prensa local, también prohíbe teñirse el pelo, maquillarse y, en el caso de los chicos, llevar barba y bigote.
Con estas iniciativas, el gobernante Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), cofundado por el presidente Recep Tayyip Erdogan, trata de restaurar valores conservadores en Turquía, lo que sus opositores denuncian como un intento por islamizar el país.
Veli Demir, jefe de un sindicato de la educación, Egitim Is, denunció la última medida como inaplicable, dado que los tatuajes no pueden retirarse como si fueran una prenda de vestir.
“¿Qué van a hacer, arrancarles la piel?”; se preguntó el líder sindical, citado por el diario Radikal. “¿Qué va a pasar con quienes ya tienen tatuajes? Esto no es una decisión propia de una persona razonable”, añadió. Según él, es más bien “una decisión tomada por una mente represiva”.
Ismail Koncuk, líder de otro sindicato de la educación, Egitim Sen, dijo que la medida se aplicará sólo a los alumnos que quieren hacerse un tatuaje.
Erdogan ya ha dejado claro que, personalmente, no le gustan los tatuajes, y así se lo hizo ver en julio a un joven futbolista, que tenía tatuado un brazo. “Que no te engañen los extranjeros”, le dijo el presidente a Berk Yildiz, del Galatasaray.
“Dios no quiera, pero en el futuro podría salirte incluso un cáncer de piel”, le dijo Erdogan.