Mientras la industria minera necesita una tonelada de mineral para conseguir un gramo de oro, con sólo 35 teléfonos celulares lograríamos la misma cantidad del valioso metal. ¿Podría el reciclaje electrónico tener un impacto efectivo en la economía y el medio ambiente?
Numerosos conflictos medioambientales provoca la extracción de oro en el mundo. Emblemático es el caso de Barrick Gold y su proyecto Pascua Lama en el norte de Chile, donde comunidades lograron detener en tribunales la concreción de las faenas, por alertar de un grave daño ecológico.
¿Qué opciones existen para evitar la destrucción de ecosistemas y no afectar la economía? El reciclaje se plantea como la alternativa, y en Europa ya piensan en ello. El comisionado europeo para el medio ambiente, Janez Potocnik, afirmó que “el oro está en la basura… literalmente”.
“Mi viejo teléfono móvil contiene oro, platino, paladio y cobre, recursos todos ellos muy poco abundantes en Europa. Una tonelada de esos aparatos contendría unos 280 gramos de oro, 140 gramos de platino y paladio y 140 libras de cobre. No son residuos que deberíamos enterrar o incinerar, sino que tendríamos que aprovecharlos”, ha dicho la autoridad ante la Unión Europea.
La BBC británica confirmó con geólogos que de una tonelada de mineral sólo se obtiene uno o dos gramos de oro como máximo y mientras la ONU señala que 41 teléfonos contienen esa misma cantidad, empresas del rubro como Umicore afirman que bastan 35 aparatos para ello, es decir, de una tonelada de celulares viejos podrían salir 300 gramos de oro.
¿Es viable la idea?
Como toda iniciativa generosa con el medio ambiente, este reciclaje tiene sus dificultades técnicas e intereses económicos: “A más reciclaje, menos industria minera”, advierte Greenpeace, apuntando al poder de las corporaciones.
De acuerdo a los valores actuales, el oro que contiene su teléfono cuesta alrededor de un dólar e iniciar una industria de reciclaje, con los costos que tendría, es mirado con recelo por las grandes compañías.
Sin embargo, el comisionado Potocnik llama la atención sobre la dimensión social que tendría una iniciativa de este tipo, pues -según dice- desde la basura europea se podrían sacar 600 millones de toneladas de minerales “e introducirlos de vuelta en la economía”, avanzando así a una sociedad “sin desperdicios”, augura.
Para dimensionar las posibilidades de concretar este reciclaje, hay que analizar algunas cifras. Si bien el oro se encuentra en muchos otros elementos electrónicos, se necesitaría reciclar 300 millones de celulares al día para alcanzar los 7,4 toneladas de oro que a diario produce la gran minería.
Y si hacemos ciencia ficción, si reciclamos los 7.000 millones de teléfonos móviles que -aproximadamente- existirían en el mundo, estos se acabarían en 23 días.