Un inmunólogo estadounidense y otro japonés ganaron el jueves el Premio Tang, anunciado como la versión asiática del Nobel, por su contribución en la lucha contra el cáncer.
James P. Allison, del Centro de Oncología MD Anderson de la Universidad de Texas (Estados Unidos) y Tasuku Honjo de la Universidad de Kioto (Japón) se impusieron a unos 100 candidatos de todo el mundo en esta primera edición del premio en la categoría de ciencias biofarmacéuticas.
“Este es un momento emocionante en nuestra lucha contra el cáncer”, dijo la Tang Prize Foundation. “Su investigación pionera ha dado lugar a un nuevo campo en la terapia contra el cáncer, que ya es la principal causa de muerte en el mundo”, dijo a la prensa el vicepresidente del máximo órgano de la Academia Sinica de Taiwán, Chen Chien-jen.
Allison, actualmente catedrático de Inmunología, identificó junto a un compañero el ligando CTLA-4 como un receptor inhibitorio en las células T en 1995 y se convirtió en el primero en reconocerlo como un objetivo potencial en la terapia contra el cáncer.
Las células T son un tipo de linfocito que juega un papel central en la inmunidad celular. La investigación del equipo de Allison posibilitó el desarrollo de un fármaco para el tratamiento del melanoma.
Honjo descubrió por su parte el ligando PD-1, otro receptor inhibitorio en las células T. La agencia estadounidense del medicamento (FDA) aprobó los anticuerpos contra el PD-1 como un nuevo fármaco en desarrollo para el tratamiento del cáncer.
El presidente del conglomerado Ruentex, Samuel Yin, instituyó los premios Tang con el objetivo de galardonar las disciplinas y las personalidades ignoradas, según él, por los premios Nobel.