La presidenta argentina, Cristina Fernández, inauguró el martes el Museo de Malvinas en el mayor campo de exterminio de la dictadura argentina (1976-83), la Escuela de Mecánica de la Armada (ex ESMA), con un discurso donde recordó la historia de las islas cuya soberanía se reclama a Gran Bretaña.
“La historia no se puede fragmentar, por eso quisimos que el Museo de Malvinas estuviera aquí”, dijo Fernández al encabezar el acto junto a las principales figuras de su gabinete, entre ellas el vicepresidente Amado Boudou, que el lunes fue interrogado en un tribunal como imputado en un caso de corrupción.
La presidenta hizo un recorrido por la historia de las islas y también un sentido repaso por la oscura historia de la ESMA, convertida desde 2004 en un Espacio de la Memoria, donde funcionó el mayor centro clandestino de detención de la dictadura, por donde pasaron unos 5.000 prisioneros políticos, de los cuales sólo sobrevivió un centenar.
La Presidenta sostuvo que Gran Bretaña mantiene “un enclave colonial del siglo XIX en las Islas Malvinas” pero también recalcó que hoy en día “hay un colonialismo más sútil”, dijo en la inauguración que coincidió con el Día de la Afirmación de los Derechos Argentinos sobre las Malvinas.
“En el mundo hay 17 enclaves coloniales, la mayoría son ingleses, pero el colonialismo ha cambiado porque ahora son más sutiles e invisibles; tienen que ver con la cultura, la economía, las finanzas y el comercio”, enfatizó.
El acto se desarrolló en las afueras de las instalaciones del nuevo museo en el barrio porteño de Nuñez, donde la Presidenta estuvo acompañada por su ministro de Defensa, Agustín Rossi, y sus pares de Chile, Jorge Burgos; Venezuela, Carmen Meléndez Rivas, y Surinam, Lamuré Carlos Adolfo Latour.
La Mandataria dedicó un especial agradecimiento al secretario General de la Unasur, Alí Rodríguez, antiguo líder guerrillero comunista venezolano que ocupó altos cargos de Gobierno durante la presidencia de Hugo Chávez (1999-2013).
En palabras de Fernández el museo busca “promover la reivindicación del reclamo de soberanía argentina sobre las islas”, con ambientación de sus paisajes, relatos de la historia en distintos formatos audiovisuales interactivo.
En cada sección del museo habrá experiencias sensoriales, desde el viento característico de las islas y el mar, hasta el sonido de aviones de guerra, al tiempo que se buscará “reivindicar a aquellos héroes que la historia liberal ocultó”, dijo.
El ingreso a este centro cultural será a través de un memorial en recuerdo a los caídos durante la guerra de 1982 que dejó un saldo de 649 argentinos y 255 británicos muertos.