Lograr captar el interés de la persona que te gusta no parece tan simple para algunos, mientras otros parecen tener el “don” de la seducción. En este sentido, la psicóloga española y autora del libro “Amor del bueno”, Mila Cahue, dijo al diario ABC de España, que si nada resulta a la hora de buscar la atención de quien te gusta, “quizá sea el momento de cambiar de expectativa o de ponerse a trabajar sobre los puntos fuertes que cada uno tiene”.
“Sacar lo mejor de cada uno depende de nosotros mismo”, afirma la experta. “Habrá que empezar a analizar qué es lo que no se está haciendo bien. Y pulir algunos aspectos o elegir mejor a las personas que se pretende gustar”, indicó Cahue.
La especialista señala que quienes son seductores “están atentos a qué es lo que suele gustar, detectan lo que funciona y lo que no con esa persona. Incluso se ríen de sí mismos o de la situación, pero nunca del otro. Lógicamente el seductor es un poco pavo real: tan sólo despliega su hermosa cola cuando ha detectado a alguien que, quizá sin él saberlo, le haya seducido previamente”.
En este sentido, Cahue señala 5 características de la personas seductoras.
1. Son observadores: “Los seductores no suelen entrar ‘a saco’. Se toman un tiempo, aunque sea unos segundos, para analizar a quién quieren seducir. Con los datos que obtienen empiezan su juego: si ven que eres cuidadoso con tu aspecto, te dirán que qué bien luces; si llevas una melena preciosa, te lo dirán y te halagarán por tu buen hacer; si eres una persona comunicativa, te pedirán que lo seas con ellos. Una vez que han abierto las puertas de nuestra autoestima, entonces empiezan a presentar sus puntos fuertes”, dijo la experta.
2. Dejan que sea la persona seducida quien se sienta seductora: “Es decir, permiten que sea el otro quien tome la iniciativa de acercarse a ellos una vez que han descubierto esos puntos maravillosos”, explicó Mila.
3. El seductor maneja con gran acierto las distancias físicas: La psicóloga señaló que un seductor/a “suele mantener la mirada algún segundo más. Parece como si tuviera gran interés, pero no más de lo necesario, que podría resultar intimidatorio”.
4. Puede dar algún toque ligero: Puede ser en la mano o en el hombro, y lo hace de una manera delicada que no resulta incómoda, afirmó.
5. Pregunta y se interesa por la otra persona:“aunque en realidad no les interese más que por unos minutos”, siempre se muestra interesado en lo que el otro dice, aseveró la experta.