Luego de 31 años de especulaciones, afirmaciones, investigaciones y enigmáticas bromas del propio fundador de la empresa, uno de los mayores misterios del mundo de los videojuegos fue resuelto: efectivamente, miles de cartuchos del juego “ET” fueron enterrados por Atari en el desierto de Nuevo México, en EEUU.
El hallazgo lo hizo un consorcio de empresas, Fuel Entertainment, Xbox Entertainment Studios y LightBox Entertainment, quienes recibieron permiso para excavar el vertedero donde se sospechaba que estaban enterrados los cartuchos. Esto en el marco de una próxima serie documental de Xbox Entertainment Studios.
Fue precisamente uno de los portavoces de la división de entretenimiento de Microsoft, Larry Hryb, más conocido como Major Nelson, quien a través de su Twitter lanzó la exclusiva mundial.
“Leyenda urbana CONFIRMADA”, fue el mensaje que acompañó la fotografía de uno de los líderes de la expedición, sosteniendo uno de los cartuchos recuperados.
Pero, ¿por qué alguien querría sepultar miles de cartuchos de videojuegos? La respuesta es que “ET” es sindicado como uno de los principales culpables de la crisis que afectó a la industria a principios de los 80, debido a la mala calidad del título, lo que dejó a Atari con millonarias deudas y un gigantesco stock de videojuegos sin vender.
Según cuenta la historia, tras su lanzamiento en diciembre de 1983, el juego fue bien recibido por el mercado, logrando ventas de cerca de 2 millones de unidades y convirtiéndose en uno de los títulos mejor vendidos de la consola 2600.
Sin embargo Atari tenía planes demasiado ambiciosos para el título: creó más de 5 millones de unidades del juego, de las cuales la mayoría no se vendió. Las ventas inferiores a lo esperado, combinado a un inventario excesivo, produjeron una demanda negativa y llevaron a las empresas de retail a rebajar el precio del producto. La empresa ganó cerca de 25 millones de dólares en ventas durante el período, pero perdió cerca de 100 millones de dólares debido a sobreproducción y devoluciones.
Para peor, los expertos en videojuegos criticaron duramente las deficientes gráficas de “E.T. The Extra-Terrestrial” -que fue desarrollado en apenas 5 semanas para poder estrenarse en la época navideña- y su baja jugabilidad, algo que posteriormente desilusionó a los usuarios y provocó que dejaran de comprar juegos.
Tras el fracaso, Atari enterró las copias no vendidas del juego en un vertedero ubicado en Alamogordo, una ciudad del estado de Nuevo México (EEUU).
La información fue en parte respaldada por un artículo publicado en 1983 por The New York Times, en el que no se detalla qué títulos fueron enterrados.
“La compañía ha vaciado 14 cargas de camión de cartuchos de juegos descartados y otros productos computacionales en un vertedero en Alamogordo, Nuevo México. Unos guardias mantienen a los reporteros y a los espectadores lejos del área mientras trabajadores vierten concreto sobre la mercancía botada. Un vocero de Atari señaló que el material vino de una planta en El Paso, Texas, que solía hacer cartuchos de videojuegos pero que ahora se ha convertido en una zona de reciclaje de chatarra”, expresa el texto.