La abogada defensora de casos de Derechos Humanos (DD.HH.), Carmen Hertz, informó que este domingo se celebrará una ceremonia fúnebre y un homenaje a su esposo, el abogado y periodista Carlos Berger, quien fue asesinado el 19 de octubre de 1973, por la llamada Caravana de la Muerte, liderada por el general (r) Sergio Arellano Stark, enfatizando que hoy están las condiciones para terminar con lo que denominó “impunidad de los poderes fácticos”.
Tras ser condenado por un consejo de Guerra en Calama, por negarse a dejar de transmitir el último mensaje de la CUT, en su rol de director de la radio El Loa, en momentos que Augusto Pinochet lideraba el golpe de estado contra el presidente Salvador Allende, la emisora fue allanada y Carlos Berger fue detenido. En octubre de 1973, se convirtió en una de las víctimas de la Caravana de la Muerte y este domingo se realizará un homenaje en su honor, en el memorial al Detenido Desaparecido y Ejecutado Político, ubicado al interior del Cementerio General.
“Hoy están las condiciones, este no es sólo un tema de gobierno, la justicia la tiene que impartir el Poder Judicial y el gobierno tiene que dar todas las garantías para que el Poder Judicial actúe, la tienen que dar los parlamentarios, el Poder Legislativo, de una vez por todas en este país, tiene que hacérsele un parelé en seco a los poderes fácticos que pretenden retrotraer a la sociedad a un estado de barbarie”, destacó la esposa de Carlos Berger.
Carmen Hertz puntualizó que “el hecho que no se dicten condenas después de años, significa lisa y llanamente que hay una denegación de justicia y una impunidad atroz, por lo tanto el Estado de Chile se pone en una situación, a mi juicio, vulnerable, de no cumplir con sus obligaciones internacionales, los pactos internacionales obligan al Estado a hacer justicia en materia de crímenes de lesa humanidad, que es el caso, y yo voy a demandar al Estado de Chile por el incumplimiento de sus obligaciones internacionales y por denegación de justicia”.
La abogada planteó que “lo que hicieron fue masacrar, ocultaron los cuerpos, los hicieron desaparecer, intentaron borrarlos de la faz de la tierra y lo que queda es esto, no podemos hablar de un funeral, no hay una sepultación, no. Hay una ceremonia fúnebre en que estos restos, de restos metidos en una urnita del tamaño de una caja de zapatos, van a ser puestos en un nicho en el memorial del Detenido Desaparecido”.
Subrayó que “para mí la reflexión es de una gran indignación, ese es el sentimiento que me recorre, porque, como insisto, se está dando cuenta de la naturaleza cruel y atroz del exterminio, porque este es un método que se empleó por una voluntad genocida, que en el fondo era borrar un sector de la sociedad chilena, exterminarlo”.
La esposa de Carlos Berger concluyó que “si no hubiera sido por los pactos de impunidad tácitos que la transición forjó a espaldas de todo el mundo, probablemente la justicia la habríamos visto hace mucho tiempo (…) Fueron las fuerzas hegemónicas de la transición, básicamente los partidos de la Concertación, yo siento que si hoy esta nueva coalición política (Nueva Mayoría) no actúa de acuerdo a la realidad de lo que la sociedad exige y pide, va derecho al fracaso, porque hoy la sociedad chilena no está dispuesta a aceptar cualquier cosa”.