Un equipo de investigadores de la Universidad de Washington determinó que usar teléfonos inteligentes después de las 21:00 horas afecta negativamente el sueño, dejando una sensación de cansancio por la mañana que puede afectar el rendimiento laboral.
El sondeo liderado por Christopher M. Barnes, Klodiana Lanaj, y Russell Johnson, buscaba corroborar si los empleados que utilizaban sus smartphones para adelantar trabajo en la noche, veían afectado -paradójicamente- su desempeño durante el día.
Fue así como establecieron que la luz azul que emiten estos dispositivos pueden inhibir la producción de la hormona melatonina, lo que afectaría el ciclo del sueño en la noche, y a su vez, el rendimiento de la jornada siguiente.
Según Medical Daily, la melatonina nos ayuda a dormir y si no se produce en la noche, se activan las neuronas que aumentan el estado de alerta, desincronizando nuestro reloj biológico y deteriorando la calidad del sueño.
Para llegar a esta conclusión se pidió a 82 gerentes de nivel medio a alto que completaran varias encuestas diarias durante dos semanas. Los hallazgos demostraron ser consistentes con la hipótesis de los investigadores de que mientras más tarde en la noche se usen teléfonos inteligentes más se afecta el sueño, y como resultado, los empleados se sienten más cansados y distraídos al día siguiente.
En un segundo estudio realizado por los mismos investigadores, 161 empleados -incluyendo los directivos y no directivos- completaron el mismo conjunto de encuestas. Sin embargo, se agregaron medidas de uso nocturno de la televisión, computadores y tablets.
Al comparar con los otros dispositivos, los teléfonos eran los que más problemas causaban a las personas.
Esta investigación se condicen con lo afirmado por la Asociación Médica de Estados Unidos, que indica “que la exposición excesiva a la luz por la noche, incluyendo el uso extenso de diversos medios de comunicación electrónica, pueden interrumpir el sueño o exacerbar los trastornos del sueño, especialmente en niños y adolescentes”.