Este jueves el ex presidente de Sudáfrica, Nelson Mandela, falleció a los 95 años en su vivienda de Johannesburgo, según anunció el actual primer mandatario, Jacob Zuma, en una conferencia de prensa.
Una de las características que destacaron al fallecido ex mandatario sudafricano, era el apego que sentía con el deporte, sobre todo por el poder que tenía.
Mandela confesó que “El deporte tiene el poder para cambiar al mundo. Tiene el poder para inspirar. Tiene el poder para unir a la gente de la manera en que pocas cosas lo hacen”.
Recordemos lo que ocurrió en la tarde del 24 de junio de 1995, cuando se enfrentaron por la Final de Rugby las selecciones de Sudáfrica y Nueva Zelanda, siendo él mismo el encargado de entregar el trofeo de campeón al equipo local, lo que unió a un pueblo al rededor de un deporte que era considerado exclusivamente para blancos.
Pero como dijo el antiguo líder conservador, Koos Botha, “No nos mezclábamos con los negros, no nos tocábamos, pero ese día nos liberó, nos abrazamos los unos a los otros diciendo que partido”.
Ese día, todo un pueblo celebró algo como una sola nación y ya no eran sólo 65 mil espectadores, en su mayoría blancos, sino que era todo un país que dejaba de lado diferencias raciales.
“(El deporte) Les habla a los jóvenes en un lenguaje que ellos entienden. El deporte puede crear esperanza donde antes solo había desesperación. Es más poderoso que el gobierno en cuanto a romper las barreras raciales”, dijo ‘Madiba’, quien ahora descansa en paz.