Serios cuestionamientos a la labor del Servicio Médico Legal realizó el abogado Eduardo Contreras, querellante en el denominado Caso Neruda que busca esclarecer la muerte del vate chileno.
El jurista se mostró crítico respecto a las pericias que el SML ha realizado para determinar si los restos de Neruda contienen algún tipo de toxinas o sustancias médicas que pudieran haber acelerado su muerte, días después del golpe de estado realizado por Augusto Pinochet, que derrocó el gobierno del amigo del poeta, el socialista Salvador Allende.
Según acusó Contreras en declaraciones a EMOL, el organismo forense no ha realizado aún las pruebas de ADN a los restos del premio Nobel.
Incluso, el abogado puso en duda que los restos exhumados correspondan efectivamente a Pablo Neruda, cuestionamiento que el ministro que lleva el caso, Mario Carroza, también es partidario de aclarar mediante la pericia.
“Lo he dicho en todos los tonos, ese examen debe hacerse porque no tenemos la certeza de que las muestras que han sido periciadas correspondan a Neruda”, dijo Contreras.
En ese sentido, se mostró crítico con el SML afirmando que “esta actitud demuestra una falta de seriedad y de rigurosidad científica”, agregando que esta situación dejaría en entredicho las pericias.
“No tenemos ninguna confianza porque además, todos sabíamos que Neruda tenía cáncer, no es ninguna novedad ni tampoco una prueba que determine de qué murió”, insistió.
Al respecto, el director del Servicio Médico Legal, Patricio Bustos, evitó referirse al tema escudándose en la reserva con la cual se lleva la investigación.
Oficialmente, la muerte de Neruda se atribuye al agravamiento de un cáncer de próstata, pero tras la denuncia de su ex asistente personal, Manuel Araya, de que pudo ser envenenado, se investiga si fue asesinado por agentes de la dictadura de Augusto Pinochet.
Recordemos que el cuerpo del poeta fue exhumado el pasado 8 de abril.
Las primeras pericias realizadas por el Servicio Médico Legal señalaron que el poeta padecía un cáncer avanzado de próstata, pero aún es prematuro descartar que haya sido envenenado.