La genética como ciencia tiene formas maravillosas de expresarse. Una de las más curiosas puede estar ahora mismo deambulando por tu jardín: el color de los gatos.
Como sabemos, estos pequeños felinos vienen en 3 colores (o sus mezclas): blancos, negros y anaranjados. Pero, ¿sabías que si te topas con un gato de 3 colores a la vez… sólo puede tratarse de una gata?
Esto se produce porque en los gatos, los colores sólo están determinados por el cromosoma X (femenino). De él depende que un minino tenga tonalidades negras o anaranjadas, mientras que el color blanco está regido por un gen totalmente distinto, sin relación con el sexo del animal.
De esta forma, un gato macho (de cromosomas XY) sólo tiene la posibilidad de ser blanco + negro o anaranjado, pero no los tres. En tanto una hembra, con dos cromosomas X, tiene la posibilidad de mezclar todas las tonalidades anteriores, en lo que se conoce como un gato “calicó”, explica About.com
¿Entonces no existen machos de 3 colores? En casos muy raros, sí. Sin embargo, estos animales sufren una anormalidad genética similar al sínfrome de Klinefelter en los humanos, que los lleva a tener 3 cromosomas: dos XX y uno Y, provocando que sean gatos estériles.
Una última curiosidad es que desde 2001, los gatos “calicó” son los animales oficiales del estado de Maryland, en Estados Unidos, debido a que sus 3 colores -blanco, negro y anaranjado- coinciden con los de su escudo.