Los querellantes del caso Karadima reaccionaron molestos por el nombramiento del cardenal Francisco Javier Errázuriz por parte del Papa Francisco, como uno de los miembros del equipo que realizará la reforma a la Curia Romana.
El Arzobispo Ricardo Ezzati dijo que los querellantes tienen derecho a no estar de acuerdo, y el mismo Errázuriz afirmó que, al parecer, el Papa tiene una opinión más favorable a él.
Polémica desató la decisión del Papa Francisco de convocar al cardenal Errázuriz, Arzobispo emérito de Santiago, como uno de los 8 cardenales que lo acompañarán en su proceso de reforma a la Curia Romana.
El anuncio causó controversia porque Errázuriz fue acusado de “encubrir” los abusos sexuales cometidos por el ex párroco de El Bosque, Fernando Karadima.
Uno de los denunciantes, Juan Carlos Cruz, dijo que él no es quien para aconsejarle al Papa sobre las decisiones que debe tomar, por lo que este nombramiento va en dirección contraria a los cambios que estaba realizando el nuevo jefe del catolicismo.
En una misa de ordenación en la Catedral de Santiago, el Arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati destacó la elección de Errázuriz, pero dijo que las víctimas de Karadima están en su derecho de no pensar lo mismo.
También estuvo presente en esta ordenación el propio cardenal, mostró su desacuerdo con estas imputaciones, y dijo que, por lo visto, el Papa tiene otra visión de su persona.
“Parece que el Papa pensó distinto (…) Yo creo claramente que cumplí con mi deber y que hay personas que están muy enojadas todavía”, sostuvo.
En ese sentido, añadió que “jamás he visto que se juzgue a un juez porque se tomó más tiempo para llegar a la certidumbre sobre las denuncias presentadas”.
El sacerdote Mariano Puga, recordado párroco de La Legua durante la Dictadura, estaba presente en dicha ceremonia. Consultado por La Radio, afirmó respetar profundamente su parecer, y no tener nada que criticar de su postura frente al anuncio del Papa Francisco.