El uruguayo Nacional consiguió un importante triunfo como visitante al vencer 1-0 al argentino Boca Juniors, en un partido por la tercera fecha jugado en el estadio La Bombonera, en Buenos Aires, y se afirmó como líder del Grupo 1 de la Copa Libertadores de América 2013.
El defensor Andrés Scotti marcó de cabeza, a los 20 minutos, el gol para el éxito de Nacional, que terminó el partido con diez jugadores por la expulsión del zaguero Alejandro Lembo (73).
Con este resultado y con tres partidos jugados por cada equipo, Nacional pasó a comandar en solitario las posiciones del Grupo 1 con 7 puntos, seguido por el mexicano Toluca con 4, mientras que Boca quedó tercero con 3, y el ecuatoriano Barcelona está último con 2 unidades.
A este encuentro, Nacional llegaba en plena crisis interna, con la renuncia aún demasiado fresca del entrenador Gustavo Díaz por el flojo comienzo en el campeonato uruguayo, pero también con la posibilidad de aprovechar el mal momento que atraviesa Boca.
Es que, a pesar de contar nuevamente con Carlos Bianchi, el DT más exitoso de su historia, y de tener otra vez al habilidoso Juan Román Riquelme, Boca juega mal, porque tiene serios problemas en defensa, y en ataque le costó muchísimo generar situaciones frente a un rival que disputó los últimos 20 minutos con un hombre menos.
Nacional propuso en el comienzo un fuerte dispositivo de marcas en el mediocampo para tratar de atorar a Boca en la salida y no permitirle tomar el protagonismo a Riquelme.
El conjunto dirigido de manera interina por Juan Carlos Blanco encontró la llave del triunfo en el frentazo de Scotti tras un tiro de esquina, luego de que el defensor le ganó a la endeble marca de Claudio Pérez.
Herido en su orgullo, Boca tuvo enseguida dos oportunidades para empatar dentro de la misma acción, primero con un cabezazo de Pérez que Bava desvió a puro reflejo, y enseguida, con un disparo de Ribair Rodríguez a quemarropa, desde buena posición, que rebotó en un defensor.
En los últimos minutos de la primera parte se vio lo mejor de Boca, momento en el que mereció el empate, pero primero un derechazo de Erbes rozó el poste izquierdo; luego Bava atajó un remate potente del ‘Burrito’ Martínez tras una buena acción individual, y enseguida, otra vez el arquero de Nacional salvó su valla solo frente a Clemente Rodríguez.
En el segundo tiempo, como podía esperarse, Boca asumió el control del partido, y lentamente convirtió el terreno en un campo inclinado sobre el área visitante, aunque carecía de claridad para generar situaciones, y también adolecía del cambio de ritmo necesario para sorprender a un Nacional que cada vez se replegaba más sobre su terreno.
En toda la segunda parte las situaciones más claras fueron un cabezazo de Pérez apenas elevado tras un centro de Riquelme, y casi en el final, un disparo de Erbes que se desvió en Adrián Romero cuando amenazaba con superar a Bava; demasiado poco para un equipo que tuvo el control casi monopólico del balón.
Nacional, con vergüenza y amor propio, resistió los embates del local y un par de fallos del árbitro Amarilla que lo perjudicaron, y se aferró a tres puntos que le permiten mirar el futuro con optimismo; no puede decir lo mismo este Boca que no termina de encontrar el rumbo, y empieza a ver complicado su futuro en la Libertadores, su principal objetivo de la temporada.