UEFA ratificó este viernes la sanción al equipo austriaco del Rapid de Viena, castigado con un partido europeo a puerta cerrada y a una multa de 75.000 euros, por los incidentes ocurridos en el partido de ida de la Europa League contra el PAOK de Salónica en agosto.
La UEFA rechazó el recurso presentado por el Rapid en contra de la sanción, que incluye además la amenaza de exclusión de las competiciones europeas si se vuelven a repetir incidentes en los próximos tres años.
El Rapid y el PAOK fueron castigados por el comportamiento de sus respectivas aficiones en el encuentro que les enfrentó en Grecia, el pasado mes de agosto.
La policía antidisturbios tuvo que usar gas lacrimógenos para poner fin a los incidentes entre aficionados antes del partido, que empezó con cinco minutos de retraso, cuando la humareda se disipó.
Ya dentro del estadio, los seguidores de los dos equipos continuaron su batalla durante 10 minutos, lo que obligó a la policía a intervenir para acabar con la reyerta y permitir la reanudación del juego.
Repasa lo ocurrido en aquel partido: