¿Eres de aquellos que se “atontan” cuando ven a una mujer? ¿O de los que les cuesta hablar cuando están en compañía femenina? Lo cierto, es que esto podría ocurrirle a muchos hombres según un estudio de la Universidad de Radboud (Holanda), el cual postula que el desempeño mental y cognitivo de los varones puede verse disminuido cuando interactúan con una chica, sobre todo, si es atractiva.
Para llegar a dicha conclusión Sanne Nauts, líder de la investigación, y sus colegas sometieron a un grupo de mujeres y hombres universitarios a diversas pruebas.
En una primera instancia se les aplicó el Test de Stroop, el cual permite procesar información para evaluar emociones, con el fin de medirles su rendimiento cognitivo inicial.
Luego les solicitaron leer una lista de palabras frente a una cámara web mientras eran observados por una persona, con la que no tendrían contacto, y de quien sólo se dijo su nombre para que tuvieran noción de su sexo. Tras completar la tarea, los científicos volveron a aplicarles el citado test.
Con los resultados en mano, Nauts y sus ayudantes descubrieron que las mujeres no cambiaron su desempeño en la prueba, independientemente de si la persona que los observaba era hombre o mujer.
Por el contrario, aquellos varones que supuestamente eran vistos por una mujer vieron significativamente afectado su desempeño, pese a no haber interactuado con su interlocutora.
Ante los resultados del estudio, publicado en la revista Scientific American, Nauts especula que puede deberse a que los hombres son expuestos a una mayor presión social para causar una buena impresión en el sexo opuesto.
Pese a ello, se presume que mientras mejor impresión se quiera causar ante una persona más se entorpece el cerebro. Esto se suma a lo descubierto por otras indagaciones, las que señalan que imaginarse cómo otros interpretarán nuestras palabras y acciones requiere de mucha energía mental.
Daisy Grewal, psicóloga social de la Universidad de Yale y autora del artículo para la revista científica, apoya lo anterior señalando que en situaciones donde importa proyectar una buena imagen –como ante un superior, una gran audiencia o una mujer- se nos hace difícil pensar con claridad.
“En el caso de los hombres, pensar en interactuar con una mujer es suficiente para desordenarles un poco el cerebro”, finalizó la experta.