Pese a no contar con grandes recursos para la exploración espacial, Chile lleva décadas haciendo historia en el desarrollo de la astronomía, principalmente desde los poderosos observatorios enclavados por la ESO en el desierto de Atacama.
Quizá por eso no extrañe tanto que a fines de noviembre, Chile comenzara a tomar parte en un proyecto vanguardista de la NASA, aunque esta vez el lugar elegido no está en el Norte Grande, sino en Laguna Negra, una de las principales fuentes de agua potable para Santiago.
El proyecto es conocido como Planetary Lake Lander (PLL), y pretende desarrollar en un plazo de 3 años, una sonda capaz de acuatizar en los océanos de hidrocarburos existentes en Titan, una de las lunas de Saturno.
Pero, ¿por qué en Laguna Negra? No sólo por la particularidad de su ubicación en el centro de Los Andes, sino también por tratarse de un cuerpo de agua en riesgo de desaparecer, debido a los acelerados deshielos que afectan a los dos glaciares que la surten del líquido, Echaurren Norte y Sur.
En efecto, fuera de recabar conocimientos en terreno para el diseño de la sonda, el proyecto busca comprender mejor las razones que están afectando a Laguna Negra, la que podría desaparecer en un plazo de 50 años, poniendo en riesgo las reservas de agua santiaguinas.
La mayor parte de la expedición ya se encuentra instalada en los alrededores de la laguna, donde se instalaron 4 bio-domos que permitirán a los científicos vivir y realizar experimentos.
El comienzo del viaje está siendo narrado en formato blog en el sitio Space.com.