Gabriel Valdés estuvo punto de convertirse en candidato a La Moneda y ser el primer presidente de la transición, pero el llamado escándalo político “Carmengate” contribuyó a que fuera finalmente Patricio Aylwin el abanderado de la entonces oposición al régimen militar y alcanzara el sillón de O’Higgins.
El 27 de noviembre de 1988, a semanas de haber ganado la opción NO en el plebiscito de aquel año, el partido más grande en ese entonces, la Democracia Cristiana (DC), eligió a su candidato a través de primarias internas.
Sin embargo, el escándalo que recibe su nombre de la calle Carmen, en Santiago centro, donde se encontraba entonces la sede de la falange, trizó de manera definitiva las relaciones entre el ex canciller y Patricio Aylwin.
En la sede partidaria se descubrió a dos militantes de la colectividad adulterando los padrones electorales en favor de Patricio Aylwin, provocando las suspicacias de algunos.
Incluso unos días después, el también precandidato presidencial DC Eduardo Frei Ruiz-Tagle solicitó mediante una carta al entonces presidente de la DC Patricio Aylwin la suspensión de las elecciones pendientes y una auditoría administrativa interna.
Gabriel Valdés, quien fue el líder principal de la oposición al régimen militar luego de la muerte del ex presidente Eduardo Frei Montalva nació en Santiago el 3 de julio de 1919 dejando de existir este miércoles a los 92 años.
Una afección pulmonar lo mantuvo internado el pasado mes de agosto en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de la Clínica Alemana a la que llegó aquejado por una severa infección pulmonar.
Conocido como El Conde, Valdés tuvo una activa participación en el proceso que permitió el retorno a la democracia en Chile tras el régimen dictatorial encabezado por el extinto general Augusto Pinochet (1973- 1990).
Desde este último año, y hasta comienzos de 1996, se desempeñó como presidente del Senado, segundo cargo en importancia de la República.
El ex canciller ingresó a la Universidad Católica a estudiar derecho, carrera de la que se tituló en 1946, exactamente una semana después de contraer matrimonio con la viñamarina Silvia Soublette.
Posteriormente se incorporó a la Compañía de Aceros del Pacífico (CAP), donde llegó a ser fiscal y gerente.
Entre 1951 y 1952 fue becado por el Gobierno francés para realizar estudios de economía y legislación en el Instituto de Estudios Políticos de París y en materia política fue uno de los fundadores de la Falange Nacional, que luego se convertiría en el Partido Demócrata Cristiano (PDC).
Por esta razón, cuando su camarada Eduardo Frei Montalva llegó al poder le designó ministro de Relaciones Exteriores, cargo que mantuvo durante toda la administración (1964-1970).
En su gestión debió ocuparse de asuntos tan delicados como el conflicto por el valle de Palena, en disputa con Argentina, que se resolvió con el arbitraje de la reina Isabel II, quien dividió la superficie del valle entre ambos países, 30 por ciento para Chile y 70 por ciento para Argentina.
También durante su estadía en la Cancillería se envió a la reina Isabel I en 1967 la petición de arbitrio por el Canal del Beagle.
En 1971 salió del país siendo designado subsecretario general de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD),14 16 desechando una eventual senaturía por Magallanes.
Se radicó por diez años en Nueva York y a su regreso, en 1982, fue electo presidente de su colectividad, cargo que mantendría hasta 1987.
En 1983 organizó la Alianza Democrática y en 1985 participó en la redacción y firma del Acuerdo Nacional y en 1987 fue uno de los organizadores de la Concertación de Partidos por el No.
Fue acusado de incitar protestas contra el régimen, por lo cual debió ir a prisión.
Tras el plebiscito de 1988 fue electo senador de la República por la X Región Norte, Circunscripción 16, desechando su opción presidencial.
Como presidente del Senado le tocó investir a Patricio Aylwin con la banda que le entregara el general Augusto Pinochet.
En 1993 dio un paso al lado para favorecer esta vez la opción presidencial de Eduardo Frei Ruiz-Tagle y en 1994 fue reelecto en la presidencia de la Cámara Alta, permaneciendo hasta 1996.
En 1997 fue reelecto en su escaño parlamentario y un año después renunció por tercera vez a la posibilidad de ser presidenciable, ahora en favor de Andrés Zaldívar.
En 2006 dejó el Senado y se trasladó de nuevo a Roma como embajador del Gobierno de la presidenta Michelle Bachelet.